miércoles, 12 de octubre de 2011

ENANOS EN LA ESTRATOSFERA

Marcial entra corriendo a la oficina de su jefe, Tobías Lometto. Marcial tiene el pelo revuelto. Una barba de cuatro dias. La corbata con la punta raída. Los ojos rojizos y fuera de las órbitas.  

Marcial:  ¡Eureka!  ¡Eureka, señor Lometto!  ¡Se me acaba de ocurrir la idea que va a resumir el presente y nuevo milenio!

Tobías Lometto termina de masticar el último chorizo de la latita, se limpia las gordas manos con una servilleta de papel, y relamiéndose le habla a Marcial. 

T. Lometto:  A ver, Marcial.  A ver. Le escucho.

Marcial extiende los brazos como un aeroplano y hace una pausa dramática.

Marcial: ¡Mujeres bizcas... ...cagando!!!

Tobías Lometto deja caer la boca.  Cantos de chorizo se precipitan hacia afuera.  

T. Lometto: ¿Mujeres...?

Marcial:  ...bizcas...

T. Lometto:  ...bizcas...

Marcial: ...cagando.

T. Lometto: ...cagando.

Marcial: Mujeres bizcas cagando.

T. Lometto: ¿Mujeres bizcas cagando?

Marcial: Mujeres bizcas cagando.

T. Lometto: Mujeres bizcas...

Marcial: ...cagando.

T. Lometto: Hmmm. (apretándose una de las tres papadas) Ahí hay algo. (con sumo profesionalismo) ¿Presupuesto?

Marcial: El de una empanadilla de pizza.

T. Lometto: ¿Equipo?

Marcial: Un limbo..

T. Lometto: Ajáaaa...

Marcial: ...los muchachos de siempre...

T. Lometto: Síiii...

Marcial: ...tres o cuatro mujeres... ...bizcas...

T. Lometto: Okeeey...

Marcial: ...y un conserje.

T. Lometto: ¡Oye! ¡¡Oye!! ¡¡¡Oye!!! ¡Que eso suena bien, Marcial! ¡Eso suena bien! ¿Mujeres lindas y bizcas?

Marcial: ¡Si!

T. Lometto: ¿En eso tú estas pensando, Marcial? ¿En mujeres bizcas pero lindas?

Marcial: ¡Si!

T. Lometto: ¿Pero lindas, lindas de verdad?

Marcial: ¡Si, señor Lometto! ¡Si! ¡Si! ¡Siiiiiii!

T. Lometto: ¡Coño! ¿Y cómo no se me ocurrió eso a mí antes?

Marcial: Ah, y sin efectos especiales...

T. Lometto: ...ni revoluses artísticos...

Marcial: ...ni trucos de edición...

T. Lometto: ...ni ningún puto director. ¿Formato?

Marcial: Pues bien, señor Lometto: una mujer bizca...

T. Lometto: Bonita.

Marcial: ¿Eh?

T. Lometto: La mujer tiene que ser bonita.

Marcial: Si, pues: una mujer bonita y bizca...

T. Lometto: Y joven.

Marcial: ...¿Perdón?

T. Lometto: De dieciocho años.

Marcial: Eh...

T. Lometto: Acabaditos de cumplir.

Marcial: Ah...

T. Lometto: Pero arreglá pa que se vea de menos. Prosigue.

Marcial: Si. Si. Muy bien. Pues: entra esta mujer...

T. Lometto: Nena.

Marcial: ¿Nena?

T. Lometto: Nena.

Marcial: Okey.  Entra esta nena bizca y linda al limbo, así, ¿se fija?, contoneándose, en una danza erótica...

T. Lometto: Una nena emborrachá.  

Marcial:  ...erótica y sensual...

T. Lometto:  Emborrachá ela bellaquera. 

Marcial: ...y entonces, bien traviesa...

T. Lometto: Hambrienta de guevo y bicho. 

Marcial: ...bien traviesa se sonríe...

T. Lometto: De bicho gordo, feo y pelú.

Marcial: ...y se sube la faldita...

T. Lometto: Una falda de cuadritos.

Marcial: ...y nos enseña el panti...

T. Lometto: Amarillo y bien mojao.

Marcial: ...y danzando se da vuelta...

T. Lometto: Con un osito en la parte de atrás.

Marcial: ...y despacio se lo baja y nos enseña...

T. Lometto: Un osito sonriente.

Marcial: ...su redondo y lindo culo...

T. Lometto: Mas o menos cagaíto.

Marcial: ...y con sus tiernas manos...

T. Lometto: Las uñas largas y pintás.

Marcial: ...despliega su suculenta raja...

T. Lometto: Con ganas y con orgullo.

Marcial: ...y nos muestra su dulce joyo...

T. Lometto: Que se abre y que se cierra.

Marcial: ...al que soba y acaricia...

T. Lometto: Y le dice fresquerías.

Marcial: ...y entonces se mete el dedo...

T. Lometto: El de la sortijita.

Marcial: ...y se lo saca y se lo mete...

T. Lometto: Una sortijita de goma.

Marcial: ...y se lo saca y se lo mete...

T. Lometto: De esas de Cracker Jacks.

Marcial: ...y se lo saca y se lo mete...

T. Lometto: De goma color de rosa.

Marcial: ...y entonces hacemos un corte a su inocente rostro...

T. Lometto: Cejas de embuste y bembes pintaos.

Marcial: ...su inocente y bizco rostro...

T. Lometto: Embarrao de colorete.

Marcial: ...y vemos lo mucho que tanto sufre...

T. Lometto: Se le sale una lagrimita.

Marcial: ...y lo mucho que mucho goza...

T. Lometto: Babeándose encima. Con mucha saliva.

Marcial: ...como la casta niña que es...

T. Lometto: Como lo cuera sucia que es.

Marcial: ...y entonces se saca el dedo...

T. Lometto: Y suelta un peo cabrón.

Marcial: ...viniéndose mientras caga...

T. Lometto: Con música de tumbacocos. 

Marcial: ...un rico... ...y bello... ...mojón.

T. Lometto: ¡Fó! Hasta aquí llegó la peste. Oye, y no se eñangota? Tu no dijiste si se eñangotaba o no.

Marcial: Bueno, yo pensaba de que lo hiciera de pie.

T. Lometto: Nooo. No, no.

Marcial: Así, para verle los muslos y las batatas...

T. Lometto: Nooo. No, no.

Marcial: ...y las mediecitas blancas de encajitos...

T. Lometto: Nooo. No, no. Medias negras de mallita.

Marcial: ...y los championcitos coloraos puestos.

T. Lometto: Tacos altos de brillito.

Marcial: Pero es que es tan curioso y tan hermoso ver una nena así, erguida, con los fondillos alzaos, mirando bizca pa atrás con una sonrisa de infantil alegría, y diciéndonos, “Mira lo linda que estoy ...Papito”, mientras de entre los rosados cachetes se le asoman y suavemente se desbordan hacia afuera unas humeantes plastas de exquisita mierda. ¿No cree usted que eso tiene un encanto así, como peculiar?

T. Lometto: Bueno, bueno: ese es su punto de vista, prueba absoluta de su degenerada, amoral e intelectual depravación sexual, Marcial.

Marcial: ¿Ah, si?

T. Lometto: Yo, por mi lado, quien durante veintisiete años he tenido mis profesionales dedos apretando los túneles carpales e infaliblemente diagnosticando el pulso de nuestra heróica cultura, se con absoluta certeza de que el varón puertorriqueño, el macho boricua de nación, prefiere ligar a las muchachas jóvenes, esas que todavía no saben como limpiarse el culo, cuando estas se colocan en la usual posición de cagada, con el joyo a tres pulgadas del seto, y botan la caca pa fuera. 

Marcial: Ah, bueno...

T. Lometto: Y se forma una espiral de mierda abajo, como la de los perros.

Marcial: En ese caso...

T. Lometto: Ah. Otra cosa.

Marcial: ¿Qué?

T. Lometto: Nada de churras mojás.

Marcial: Okey.

T. Lometto: Ni de mojones duros que se esmoronan.

Marcial: Okey.

T. Lometto: Nooo, no. ¡A esas putas cagonas hay alimentarlas bien! 

Marcial: Oiga, yo no sabía eso, señor Lometto.  

T. Lometto: Hay que hecharles purina para pollas.

Marcial: ¿Purina para pollas?

T. Lometto: Arroz con habichuelas, gandinga y mucho maíz de mazorca.

Marcial: ¿Maíz... ?

T. Lometto: ...de mazorca. Pa que cuando salga salga suave, pintoresco y voluminoso.

Marcial: Voluminoso...

T. Lometto: Y pintoresco. Como las alcapurrias de Piñones. ¡Los pollos de Guavate!

Marcial: ¡Los chicharrones de Bayamón!

T. Lometto: Exacto. Bueno, bueno, yo creo que con eso nos basta por ahora.  Son las tres y media, y a las cinco menos cuarto tengo una cita importante con mi nene favorito para me chupe las bolas.  Tenemos exáctamenteee... ...hora y pico para pulir la mierda suya esa para nuestro anuncio de cerveza barata para maleantes y negros. ¿Y usted? ¿Cuáles son sus planes?

Marcial: A casa a ponerle a mami el enema, señor Lometto.  

T. Lometto: Un hombre de familia.  A la verdad que yo lo admiro, Marcial.  Lo admiro y apenas lo puedo creér. 

Marcial: Pues... ...¡Gracias!

T. Lometto: Usted es un genio, Marcial.

Marcial: ¡Ay, coño! Mire no diga eso, señor Lometto.  

T. Lometto: Nuestra firma de Lometto, Lometto, Lometto & Johnson le recompensará con un generoso bono. ¿A cuánto le estamos pagando por sus servicios, Marcial? 

Marcial: Dos con cinco la hora, señor Lometto.  

T. Lometto: Eso... Eso... Eso está... ¡Hablamos de eso después, Marcial! En estos críticos instantes no creo prudente interrumpir su epifánico caudal de inigualable protocreatividad con patéticas menudencias neocapitalistas.

Marcial: Okey.  

T. Lometto: ¡Es imprescindible exprimir hasta la última gota la gorda ubre del dorado vellocino, crudo fetiche que simboliza estos extraordinarios y monetariamente eróticos momentos (regalos del cielo, que no le quepa a usted duda), hasta donde humanamente y suprahumanamente se pueda! Vamos, Marcial. Hay que hacerle unos pequeños arreglitos a su idea. ¿Qué usted piensa que si en vez de bizca la ponemos medio retardada y con espejuelos?

Marcial: Ah, caray. Yo no sé como darle la vuelta artístico-comercial a ese tán alto concepto, señor Lometto. 

T. Lometto: Marcial, usted solo preocúpese de lo artístico, que de lo comercial... ...me encargo yó. 

FIN

Copyright de Maximiliano Eugenio Bemba (y Rosales)