lunes, 23 de enero de 2012

PETRUCHO Y Z: #7

CORTO DRAMON ESTUPIDO PARA BUGARRONES COLONIZADOS #7

La puerta de entrada del apartamento se abre de golpe y entra Z corriendo despavorida. Petrucho, como siempre, está sentado en el sofá leyendo el periódico.

Z:  ¡Petrucho! ¡Petrucho!

P:  ¿Ah?

Z:  Me lo dieron. ¡Me lo dieron!

P:  ¿Qué te dieron?

Z:  ¡Pues que va a ser! El... ...papel.

P:  ¿El...?

Z:  ...papel. Si. Me lo dieron. El “role” que yo siempre había soñado desde que salí volando a la interperie fuera del miserable closet. ¡Ay, que horrible recuerdo! Pero ahora, todo eso está en el pasado. Si. Ahora voy a mostrarle al mundo mi desapreciado talento para la artististísima, fulgurante y post-modérnica ultramariconería. Y cuando eso suceda todo el mundo me mirará y dirá: “¡Ah! ¿Quién es ese que va por ahí? ¿¡Quién es ese!?” Y todas las mamás y todos los papás me veran y le dirán a sus nenes: “Mírenlo ahí. Ese. Si, ese. Ese es el patito que yo quiero que tu seas cuando abandones este cristiano hogar y salgas a revolcarte en la apestosa cuneta esa allá afuera.” ¡Ricky Martin va a ser un guineíto niño al lao mío! Voy a salir en las portadas de todos los periódicos y de todas las revistas. “Por ahí viene Z”, “Por allá embaló a correr Z”, “Z: senador por unanimidad”, “Nuestro amado Presidente Z”, “Z: un modelo para nuestras vidas”, “Papa Paulo Z”. Voy a ganarme los premios de todas las academias y voy a inaugurar cadenas de supermercados y mi simple pero inolvidable nombre va estar por donde uno mire. Calle Z. Avenida Z. Autopista Z. Coliseo Z. Residencias exclusivas Z para pequeñoburgueses y maleantes. Si. Y nos vamos a mudar a una mansión de diecisiete cuartos y vamos a tener un regimiento de esclavos que se hincarán ante nosotros y cumplirán todas nuestras órdenes no importa lo estúpidas que sean. Todo eso, y muchisisísimo más, es lo que me va a pasar... ...a mí. ¿Me escuchas, Petrucho?

P:  Ajá.

Z:  Ajá. ¡A-já! Mira, y que... ...¡A-já! ¡Filisteo!

P:  Me alegro por tí.

Z:  ¿De verdad? ¿De verdad que te alegras? ¡Ay! ¡Aaaaaayyy! ¡Ay, que bugarróncito feliz soy ahora (y con lo poquito que me conformo)! Ahora voy a contarte sobre my “role” y de la inmortal obra en donde deplegaré mis incuestionables talentos. La obra se titula... ¿Me estás atendiendo, Petrucho?

P:  Si.

Z:  La obra se titula “Ensueños de una noche de...” y tres puntitos suspensivos. ¿Qué te parece?

P:  Pues...

Z:  (Interrumpe) Si. Lo se. Es pretencioso. Pero suena tan enigmático, ¿no piensas tú?

P:  Estooo...

Z:  Es una adaptación de una obra de Chespiér.

P:  ¿Quién?

Z:  Chespiér, animal. Chespiér. El que escribió “Romeo y Julieta” y aquella del noruego con la calavera.

P:  ¿Calavera?

Z:  Y la adaptó, con otro montón de inventos, Virgie Redondo Cuadrado, una tranny bipolar violentísima que se la pasa tomando café, comiendo chiz triz, y metiéndose polvos y arañas por la nariz tooooda la noche y toooodo el día.  Y si eres macho y le caes mal: te lo pica.  No le gusta la competencia.  

P:  ¿Arañas por la nariz?

Z:  Ay, si tu la conoces, chico.  

P:  ...

Z:  La loca de los silicones.  

P:  ...

Z:  El cuero con hemorróides. 

P:  ... 

Z:  ¡“Pingoecrica”! ¡La que llaman “Pingoecrica”, becerro! 

P:  Si, si. La doña con el pipí. 

Z:  ¡Ese misma! Cocaína, litio y narcisismo, tu sabes. Una combinación brutálmente homosexual, como tu comprenderás. 

P:  No. No comprendo.

Z:  Ah, y nos dieron el teatro de la Universidad para escenificarla, exclusivo, solo una función, sábado en la noche. Si. Sábado en la noche... ¡Ay, que romántico! Se va llenar de parejitas jóvenes con sus trajes de gala. Tós apestillaos en la parte de atrás, grajeádose como desesperaos. Okey. Ahora mira: se abre el telón... Esta es la obra, así que baja ese periódico y presta atención. Se abre el telón... y vemos un cielo estrellado en papel de estraza pintao de negro donde vemos la luna, Júpiter, Saturno y Plutón (el sol no porque no tenemos el presupuesto y porque se quema el cielo estrellado). ...La luna, Júpiter, Saturno y Plutón, y entonces, agarrao por un cable entra flotando...

P:  Tu.

Z:  No, no yo. Un nene divino y hermoso pintado de amarillo y shocking pink con plumas de colores saliéndole por todos lados, agarrando un bandoneón en donde toca un etereo vals. Ahí está un rato hipnóticamente largo... Tocando el bandoneón... Tocando el bandoneón... Tocando el bandoneón... Cuando, de momentooo... ¡Fum! ...Enmedio de escena explota una bola de humo de donde adentro saleee... ...¡el diabloooooo!

P:  Tu.

Z:  ¡No Petrucho, no! Ten calma. Todavía yo no salgo. Entonces el diablo empieza a bailar un zapateado y le cae a pedrás al nene divino y hermoso y se muere.

P:  El diablo.

Z:  ¡No, el nene divino y hermoso! ¡Dame paciencia, Cristo! Okey, entonces... Escucha esto, Petrucho. Entonces, entra un heraldo...

P:  ¿Gerardo?

Z:  Heraldo, so ignorante. Ache. E. Erre. A. Ele. De. O. Heraldo.

P:  ...

Z:  ¡Un mensajero!

P:  Ah.

Z:  Ajá. Y entonces el heraldo empieza a tocar la marcha fúnebre, y entra a escena una comitiva de querubines cubiertos de escarcha que cargan al nene divino y hermoso, y salen volando llevándoselo al cielo. Ahora bien, a estas alturas no sabemos ni como ni quien va tocar la marcha funebre. Estabamos pensando en Georgie, que no sabe tocar ningún intrumento pero que es bien lindo, o en Charlie, que sabe tocar la tuba y el saxofón pero que es feísimo, o Johnny, que es beeello bello bello bello bello y sabe tocar muchos instrumentos pero que apesta a centella porque siempre está depre y nunca se baña, o Dorotea Stevenson, que es una travesti tecata y embustera que toca el kazú y la pandereta y es de lo más simpática, pero que nuuunca nunca nunca se aparece cuando una lo necesita.

P:  Bueno, pues...

Z:  Aunque, pensándolo bien, Jordi, el español, si lo llamamos, a la mejor se anima para soplar la trompeta con la sordina, aunque es tán psicótico, el muchacho. A cada rato lo tienen que internar en el manicomio. Y lo mismo pero al revés pasa con Frankie G., que le dan ataques de histeria y que arma unos bochinches de madre por cualquier bobería, pero que es una Mozart con el guallo y los palitos. Yo te digo, Petrucho, que esto del arte es una cosa complicadísima. Un griterío, ¡uf! ¡Y una de malacrianzas y de intrigas! Es como estar dentro de un tapón enmedio de un terremoto.

P:  ¿Lo mismo pero al revés?

Z:  Y, ¡ay, bendito!, Petrucho, se me olvidó decirte... ¿A que no adivinas quién es el director de nuestra inmortal obra?

P:  No. No se.

Z:  Agustín. Beauchamp. de. los. Ri-os.

P:  ¿Agustín...?

Z:  El mismo. De acuerdo: hace rato que Agustín está pasao de su “prime” y es un anciano estrafalario y borrachón: feeeeo feo feo feo feo y paaaato pato pato pato pato, patísimo: tán maricón es que ya es una leyenda en Mayagüez, Bayamón y Hatillo. Y para acabar de joder está viviendo con unos jíbaros depravados en un monte por las sínsoras de Sábana Grande. Finalmente los nenas y yo lo rescatamos de un tugurio de bugarrones malos en Carraízo. Pero es un genio. ¡Un genio!

P:  ¡Mira!

Z:  Montó toda la obra en un santiamén, como en un par de horas: “empiezen por aquí y hagan esto, sigan por allá y hagan esto otro, suelten eso, agarren aquello, claven esa tabla, pinten el telón, raspen la pared, saquen ese clavo, bajen el foco, suban el foco, miren, oigan, díganme, cállense, cállense mas duro, paren, muévanse, paren, muévanse, ¡paren!, ¡muévanse!, ¡que paren les digo!, ¿qué hacen ahí parados?, ¡pónganse a trabajar!, ¡oye!, ¡mira nene, deja eso!, ¿¡para dónde es que tu vas!?, ¡se hace asá, no así!, ¡no, así no!, ¡ni asá tampoco!, ¡atiende!, ¡mira, que me parto!, ¡¡¡nene!!!, ¡¡¡aaaaay!!!” Bueno: al final del día estabamos todos exhaustas.

P:  Si, porque...

Z:  Nada. To make a long story short, Petrucho: después que salen los querubines, el nene divino y hermoso y el heraldo, se forma bayú, un “ventetú existencial”, según Agustín, en donde no se entiende nada de nada: un chinchal de colores y explosiones y bailes y soliloquios y discursos y orgías y comilonas y golden showers. “Ay que darle al público lo que el público se merece.” Eso dice Agustin. Dándose tragos de un canecón que saca del pantalón. “Ay que darle al público lo que el público se merece.” Cada vez que le preguntamos por qué hacemos lo que se supone que estemos haciendo siempre repite lo mismo. “Ay que darle al público lo que el público merece.” Yo no me meto, por supuesto. El sabrá lo que hace. Y que se las entienda él solo con Pingoecrica.

P:  ¿Golden showers?

Z:  Por mi lado, yo hago lo que me digan. Lo que me importa es mi inmortal papel, ¿tu me entiendes? Ahora bien,...

P:  Ajá.

Z:  ...al final del sexto y último acto, después de que termina toooooodo el dichoso ventetú existencial, (la obra dura más de cuatro horas, sin contar con los coffee breaks)... ...adivina.

P:  Tu.

Z:  ¡Sale la prin-ce-ssssssaaaaaaaaaaa!

P:  Ah, ¿no sales tu?

Z:  Si, cabeza de coco, yo. ¡Yo! ¡Dios mío! ¿Qué es lo que pasa hoy contigo? Yo soy “la Princesa”.

P:  Ya veo.

Z:  ¡Hm! ¡Más te vale, darling! Okey. Repito: después que pasa de todo el berenjenal, y medio mundo está tirado en escena boqueando como bacalaos, atrás se desenrolla un fondo con un arcoiris de seda y de rayón...

P:  ¿Como bacalaos?

Z:  ...Y la princesa, es decir, yo, vestida de novia del universo, traje dorado, con tiara de diamantes de embuste, entro en escena, dando demipliés como una bailarina, y me dirijo al público, y con una de mis sonrisas más encantadoras, les digo, mientras baja el telón final: “Y colorín colorado...”

P:  “...ese culo está clavado.”

Z:  No, Petrucho.

P:  “...ese bicho está cagado.”

Z:  Petrucho.

P:  “...mi cojón, y bien chupado.”

Z:  Petrucho.

P:  “...abre el joyo, desgraciado.”

Z:  ¡Petrucho! ¡Yá! Mira, yo se lo que me quieres decir sin decirmelo: que todo esto que te estoy contando son puras mariconerías clichosas y estúpidas. Pues lo es. Si alguien sabe lo estúpido y clichoso y maricón que és, ese soy yo. Pero el sueño de toda mi vida es la de ser un actor (¿-triz?) y esta es una de las pocas oportunidades que me da la vida para lucirme. Aunque sea por quince segundos, negrazo de mi alma. Y ya tu me conoces y sabes que en eso de hacer el ridículo, como Z no hay quien se le compare.

P:  O sea, que no importa.

Z:  Para nada. Sigue leyendo el periódico, mi King Kong, que yo me voy para la cocina. Puse a ablandar unas habichuelas desde esta mañana, y esas, bien guisaduitas, con un arrocito con tostones y carne frita, y unas cervecitas...

P:  ...y sexo bien vigoroso...

Z:  ...con broche de oro se cierra este día tan especial.

FIN



Copyright por Maximiliano Eugenio Bemba

miércoles, 12 de octubre de 2011

ENANOS EN LA ESTRATOSFERA

Marcial entra corriendo a la oficina de su jefe, Tobías Lometto. Marcial tiene el pelo revuelto. Una barba de cuatro dias. La corbata con la punta raída. Los ojos rojizos y fuera de las órbitas.  

Marcial:  ¡Eureka!  ¡Eureka, señor Lometto!  ¡Se me acaba de ocurrir la idea que va a resumir el presente y nuevo milenio!

Tobías Lometto termina de masticar el último chorizo de la latita, se limpia las gordas manos con una servilleta de papel, y relamiéndose le habla a Marcial. 

T. Lometto:  A ver, Marcial.  A ver. Le escucho.

Marcial extiende los brazos como un aeroplano y hace una pausa dramática.

Marcial: ¡Mujeres bizcas... ...cagando!!!

Tobías Lometto deja caer la boca.  Cantos de chorizo se precipitan hacia afuera.  

T. Lometto: ¿Mujeres...?

Marcial:  ...bizcas...

T. Lometto:  ...bizcas...

Marcial: ...cagando.

T. Lometto: ...cagando.

Marcial: Mujeres bizcas cagando.

T. Lometto: ¿Mujeres bizcas cagando?

Marcial: Mujeres bizcas cagando.

T. Lometto: Mujeres bizcas...

Marcial: ...cagando.

T. Lometto: Hmmm. (apretándose una de las tres papadas) Ahí hay algo. (con sumo profesionalismo) ¿Presupuesto?

Marcial: El de una empanadilla de pizza.

T. Lometto: ¿Equipo?

Marcial: Un limbo..

T. Lometto: Ajáaaa...

Marcial: ...los muchachos de siempre...

T. Lometto: Síiii...

Marcial: ...tres o cuatro mujeres... ...bizcas...

T. Lometto: Okeeey...

Marcial: ...y un conserje.

T. Lometto: ¡Oye! ¡¡Oye!! ¡¡¡Oye!!! ¡Que eso suena bien, Marcial! ¡Eso suena bien! ¿Mujeres lindas y bizcas?

Marcial: ¡Si!

T. Lometto: ¿En eso tú estas pensando, Marcial? ¿En mujeres bizcas pero lindas?

Marcial: ¡Si!

T. Lometto: ¿Pero lindas, lindas de verdad?

Marcial: ¡Si, señor Lometto! ¡Si! ¡Si! ¡Siiiiiii!

T. Lometto: ¡Coño! ¿Y cómo no se me ocurrió eso a mí antes?

Marcial: Ah, y sin efectos especiales...

T. Lometto: ...ni revoluses artísticos...

Marcial: ...ni trucos de edición...

T. Lometto: ...ni ningún puto director. ¿Formato?

Marcial: Pues bien, señor Lometto: una mujer bizca...

T. Lometto: Bonita.

Marcial: ¿Eh?

T. Lometto: La mujer tiene que ser bonita.

Marcial: Si, pues: una mujer bonita y bizca...

T. Lometto: Y joven.

Marcial: ...¿Perdón?

T. Lometto: De dieciocho años.

Marcial: Eh...

T. Lometto: Acabaditos de cumplir.

Marcial: Ah...

T. Lometto: Pero arreglá pa que se vea de menos. Prosigue.

Marcial: Si. Si. Muy bien. Pues: entra esta mujer...

T. Lometto: Nena.

Marcial: ¿Nena?

T. Lometto: Nena.

Marcial: Okey.  Entra esta nena bizca y linda al limbo, así, ¿se fija?, contoneándose, en una danza erótica...

T. Lometto: Una nena emborrachá.  

Marcial:  ...erótica y sensual...

T. Lometto:  Emborrachá ela bellaquera. 

Marcial: ...y entonces, bien traviesa...

T. Lometto: Hambrienta de guevo y bicho. 

Marcial: ...bien traviesa se sonríe...

T. Lometto: De bicho gordo, feo y pelú.

Marcial: ...y se sube la faldita...

T. Lometto: Una falda de cuadritos.

Marcial: ...y nos enseña el panti...

T. Lometto: Amarillo y bien mojao.

Marcial: ...y danzando se da vuelta...

T. Lometto: Con un osito en la parte de atrás.

Marcial: ...y despacio se lo baja y nos enseña...

T. Lometto: Un osito sonriente.

Marcial: ...su redondo y lindo culo...

T. Lometto: Mas o menos cagaíto.

Marcial: ...y con sus tiernas manos...

T. Lometto: Las uñas largas y pintás.

Marcial: ...despliega su suculenta raja...

T. Lometto: Con ganas y con orgullo.

Marcial: ...y nos muestra su dulce joyo...

T. Lometto: Que se abre y que se cierra.

Marcial: ...al que soba y acaricia...

T. Lometto: Y le dice fresquerías.

Marcial: ...y entonces se mete el dedo...

T. Lometto: El de la sortijita.

Marcial: ...y se lo saca y se lo mete...

T. Lometto: Una sortijita de goma.

Marcial: ...y se lo saca y se lo mete...

T. Lometto: De esas de Cracker Jacks.

Marcial: ...y se lo saca y se lo mete...

T. Lometto: De goma color de rosa.

Marcial: ...y entonces hacemos un corte a su inocente rostro...

T. Lometto: Cejas de embuste y bembes pintaos.

Marcial: ...su inocente y bizco rostro...

T. Lometto: Embarrao de colorete.

Marcial: ...y vemos lo mucho que tanto sufre...

T. Lometto: Se le sale una lagrimita.

Marcial: ...y lo mucho que mucho goza...

T. Lometto: Babeándose encima. Con mucha saliva.

Marcial: ...como la casta niña que es...

T. Lometto: Como lo cuera sucia que es.

Marcial: ...y entonces se saca el dedo...

T. Lometto: Y suelta un peo cabrón.

Marcial: ...viniéndose mientras caga...

T. Lometto: Con música de tumbacocos. 

Marcial: ...un rico... ...y bello... ...mojón.

T. Lometto: ¡Fó! Hasta aquí llegó la peste. Oye, y no se eñangota? Tu no dijiste si se eñangotaba o no.

Marcial: Bueno, yo pensaba de que lo hiciera de pie.

T. Lometto: Nooo. No, no.

Marcial: Así, para verle los muslos y las batatas...

T. Lometto: Nooo. No, no.

Marcial: ...y las mediecitas blancas de encajitos...

T. Lometto: Nooo. No, no. Medias negras de mallita.

Marcial: ...y los championcitos coloraos puestos.

T. Lometto: Tacos altos de brillito.

Marcial: Pero es que es tan curioso y tan hermoso ver una nena así, erguida, con los fondillos alzaos, mirando bizca pa atrás con una sonrisa de infantil alegría, y diciéndonos, “Mira lo linda que estoy ...Papito”, mientras de entre los rosados cachetes se le asoman y suavemente se desbordan hacia afuera unas humeantes plastas de exquisita mierda. ¿No cree usted que eso tiene un encanto así, como peculiar?

T. Lometto: Bueno, bueno: ese es su punto de vista, prueba absoluta de su degenerada, amoral e intelectual depravación sexual, Marcial.

Marcial: ¿Ah, si?

T. Lometto: Yo, por mi lado, quien durante veintisiete años he tenido mis profesionales dedos apretando los túneles carpales e infaliblemente diagnosticando el pulso de nuestra heróica cultura, se con absoluta certeza de que el varón puertorriqueño, el macho boricua de nación, prefiere ligar a las muchachas jóvenes, esas que todavía no saben como limpiarse el culo, cuando estas se colocan en la usual posición de cagada, con el joyo a tres pulgadas del seto, y botan la caca pa fuera. 

Marcial: Ah, bueno...

T. Lometto: Y se forma una espiral de mierda abajo, como la de los perros.

Marcial: En ese caso...

T. Lometto: Ah. Otra cosa.

Marcial: ¿Qué?

T. Lometto: Nada de churras mojás.

Marcial: Okey.

T. Lometto: Ni de mojones duros que se esmoronan.

Marcial: Okey.

T. Lometto: Nooo, no. ¡A esas putas cagonas hay alimentarlas bien! 

Marcial: Oiga, yo no sabía eso, señor Lometto.  

T. Lometto: Hay que hecharles purina para pollas.

Marcial: ¿Purina para pollas?

T. Lometto: Arroz con habichuelas, gandinga y mucho maíz de mazorca.

Marcial: ¿Maíz... ?

T. Lometto: ...de mazorca. Pa que cuando salga salga suave, pintoresco y voluminoso.

Marcial: Voluminoso...

T. Lometto: Y pintoresco. Como las alcapurrias de Piñones. ¡Los pollos de Guavate!

Marcial: ¡Los chicharrones de Bayamón!

T. Lometto: Exacto. Bueno, bueno, yo creo que con eso nos basta por ahora.  Son las tres y media, y a las cinco menos cuarto tengo una cita importante con mi nene favorito para me chupe las bolas.  Tenemos exáctamenteee... ...hora y pico para pulir la mierda suya esa para nuestro anuncio de cerveza barata para maleantes y negros. ¿Y usted? ¿Cuáles son sus planes?

Marcial: A casa a ponerle a mami el enema, señor Lometto.  

T. Lometto: Un hombre de familia.  A la verdad que yo lo admiro, Marcial.  Lo admiro y apenas lo puedo creér. 

Marcial: Pues... ...¡Gracias!

T. Lometto: Usted es un genio, Marcial.

Marcial: ¡Ay, coño! Mire no diga eso, señor Lometto.  

T. Lometto: Nuestra firma de Lometto, Lometto, Lometto & Johnson le recompensará con un generoso bono. ¿A cuánto le estamos pagando por sus servicios, Marcial? 

Marcial: Dos con cinco la hora, señor Lometto.  

T. Lometto: Eso... Eso... Eso está... ¡Hablamos de eso después, Marcial! En estos críticos instantes no creo prudente interrumpir su epifánico caudal de inigualable protocreatividad con patéticas menudencias neocapitalistas.

Marcial: Okey.  

T. Lometto: ¡Es imprescindible exprimir hasta la última gota la gorda ubre del dorado vellocino, crudo fetiche que simboliza estos extraordinarios y monetariamente eróticos momentos (regalos del cielo, que no le quepa a usted duda), hasta donde humanamente y suprahumanamente se pueda! Vamos, Marcial. Hay que hacerle unos pequeños arreglitos a su idea. ¿Qué usted piensa que si en vez de bizca la ponemos medio retardada y con espejuelos?

Marcial: Ah, caray. Yo no sé como darle la vuelta artístico-comercial a ese tán alto concepto, señor Lometto. 

T. Lometto: Marcial, usted solo preocúpese de lo artístico, que de lo comercial... ...me encargo yó. 

FIN

Copyright de Maximiliano Eugenio Bemba (y Rosales)




lunes, 11 de octubre de 2010

ANIMALES BORICUAX EN PELIGRO DE XTINCION

Este imbecílico estudio pretende alertar a nuestra boricua ciudadanía acerca de los peligros en que se encuentran importantes especiex casi exterminadas y/o paridas por nuestros colonizados y podridos entornox.  Así que lean y aprendan, zopencox:


INSEPTOX
El Zimbombario Colorado de Toa Baja (Cucarachonis coloradus toabajeñox Deluxe) - Sin lugar a dudax, este ser, una de las pocas especiex de cucarachón de las regiones suburbanax de Toa Baja, es el insepto máx raro del mundo puesto que solo dos, Chucho y Petra, son los únicos sobrevivientex de la especie, hoy día símbolo de la perseverancia de los habitantex de Toa Baja en lo que se refiere a la preservación de las especies nativax y un recordatorio para la vigilancia y la conservación de los cucarachonex en todo el mundo. Estaban considerados extintox hasta 1971, cuando los dos especímenex fueron accidentalmente encontradox por dos negros extraviadox en el vertedero municipal mientras estos buscaban golosinax entre la basura. El cucarachón particularmente se distingue por su indiscriminada omnivoracidad: comen de todo: orinex, mojonex, papel, plástico, goma, vidrio, piedrax, latax, carburadorex, cisternax, fregaderox, neverax, la porcelana de los inodorox, juegox de sala, espejos retrovisorex, pantalonex, sombrerox, correax, zapatox, calzoncillox, pantaletax, rolos de colorex, condonex, dirdox, pastillax, liquido de frenox, gafax de sol, lentex de contacto, pelucax, pelo, uñax, dientex, chiclex, pupitrex, pizarrax, lápices de grafito #2x, libretax, librox, moflex, televisorex, cablex, platox de satélite, controles remotox, juegox de Nintendo, columpiox, bolax de baloncesto, Honda Civix, concreto, hormigón, cemento, asbestox, charquitox de agua, bitumul, negrox, brea, etcétera, etcétera, etcétera. Por esta razón y desde entoncex, la Comisión Especial Toabajeña para la Búsqueda, Investigación y Conservación de los Cucarachonex han estado buscando algún recoveco lejano para que la especie prospere y nos deje a la gente decente vivir en la blanca pax y tranquilidad.


ARACNIDOX 
El Enetrefo Enano de las Pingax Solidariax - De estos ilustres animalex de ocho patax solo se distingue, por su rareza, el Enetrefo etc, etc, también conocido como la horrorosa araña del guineíto niño (Arachnóides horríbilis enanus platanutrex), la cual, aunque su población se mantiene estable, peligra por la creciente población de jíbaros depravadox y de lagartijox. De los lagartijox no hay mucha cosa que decirse: al los inseptox y otras alimañax acostumbrarse y crear resistencia a los pesticidax hay peligro de que las poblacionex de estos aumente peligrosamente. Por ende la importancia del lagartijo para mantener las cosax a raya. Sin embargo, no sucede lo mismo con el guineíto niño. Esta sabrosa golosina natural es hoy día víctima de una especie que es su enemigo #1: el jíbaro enloquecido. En efecto, esos repelentes bípedox cometen contra el guineíto el más horrible acto perpetrado por el hombre en el mundo: la violación. Si, es cierto. No vale la pena negarlo. Cuando el enajenado jíbaro macho es envilecido por la bellaquera y no encuentra chocha de jibarita o culo de jibarito para atravesar con su tumefacta y pulsante daga, bebe ron para olvidar y mastica hongox de mojón de vaca para distraerse, transtornandoseles los sesox, el ron sacándole el odio y el hongo transformando el odio en obscenas alucinacionex de babeantes chochas gigantex que se aparecen en los suculentos troncox de la infortunada planta, escogida especificamente por los muy abusadorex puesto que “ese palo con los bichitos chiquítos tiene que ser pato y como yo soy un macho cabrón con la maceta como la de un caballo, puñeta, me lo voy a clavar sin ninguna verguenza, coño”, a diferencia de la planta del guineo común o la del plátano, cuyos frutox son más grandes y curveadox y producen sentimientos de impotencia, vergüenza, suspicacia y hasta celos criminalex. Una vez decidido en su espantoso plan de acción y armado con una filosa daga, el jíbaro, ese pobre infeliz y lunático pendejo, procede entonces a ponchar un agujero en el largo y jugoso torso, introduciendo luego su erecto y llagoso miembro en las suaves entrañax de la desdichada monocotiledonea, para enseguida clavetearla con furia animal hasta derrumbarse sobre las yaguax como la bestia inmunda que éx después de botar su inutil leche que lánguida mana por la vil herida producida. No obstante, la naturaleza a veces posée enigmáticos instrumentox de autoprotección aún no conocidos por los seres humanox, porque la araña, al ver su humilde hogar profanado tan poco ceremoniosamente, brinca sobre el pervertido invasor quien, ofuscado por el ron, los hongox, la cruel chingada, los viejos testamentox de la Biblia y las visiones inferno-apocalípticax aulladas en la televisión por los sodomíticos ministros evangélicox interrumpidos cada quince minutox por banales anuncios de unguentos para las hemorróidex y de futuros espectáculos de vedetax con las pantaletax sumergidax dentro de sus silicónicox fondillox, comienza a atrozmente alucinar creyendo que el arácnido es el mismitísimo diablo que se lo va a comer, haciéndolo chillar del pavor y la culpa, e impeliéndole a salir corriendo hasta hacerlo despeñarse en los tétricos abismox de la poética justicia.

ANFIBIOX
El Sapo-Salamandra Gay Pseudosonriente de Bayamón - (Anfibiensis homosexualis bayamonensis molto metafisicux) Este horrible especímen es una mutación producida por el apareamiento de nuestro conocido sapo concho con la salamandra común al éstos verse acorraladox por la expansion urbana, la lluvia ácida y por el aberrante negro. Al decimarse ambas especiex, sobre todo de las hembrax, los machox tomaron la iniciativa y terminaron amariconándose estrepitosamente, los sapos machox transformándose en sapos “leidix” y el salamandro macho en el clásico ejemplo del infame bugarrón de barrio. Este cruce ultramachista produjo este espeluznante aparato nocturno, semejante a un gran dirdo con patax, el cual brilla en la oscuridad para atraer a sus presax, su voraz homosexualismo haciéndolo permanente víctima de la degenerada gentuza que se concentra en las áreas suburbanax, quienes los recogen de entre la miasma para metérselo sin vaselina por sus corruptos culox. Al suceder esto, el monstruoso ente dispara sus huevos autofecundadox dentro de las tripax del humano animal, empollándose inmediatamente y atacando las conecciones vitales y las neuronax y convirtiéndolo en estrambótico zombi hambriento de culo y de sodomía. Se ha hecho lo posible para erradicar esta llaga anfíbico-social, pero es inutil. La batalla está casi perdida y solo podemos esperar lo peor.

MAMIFEROX
La Churrasucia Monga de Aguadilla - Los remanentes de una enorme explosión cunetal, El Joyo Negro de Aguadilla, de unos 1,843 pies de profundidad, fue descubierto en 1988 por un plomero borracho y negro. Se pensó que el horrible y apestoso boquete estaba desprovisto de vida hasta el 2001 cuando un grupo de científicox descubrió en este el mamífero más curioso de la galaxia: la Churrasucia Monga de Aguadilla (Fundillobulos aguadillanux mongus diarreacensis) que no se ha visto con vida por más de 20 años. Conocido como “el mojón con patax” o “el guimo e mielda”, este animal de tres pies de largo por dox de ancho era bastante común en Aguadilla, pero se presume que fueron devoradox durante una emigración de negrox a las zonas playerax luego de que a una guagua de excursionex “El Monito Curioso” se le explotaran las cuatro gomas y los dejara a todos a pié. No fue hasta el 2001 que los científicox encontraron una colonia de Churrasucias viviendo dentro del Joyo a máx de 100 pies de profundidad. De alguna forma, algunos de los hediondos roedorex lograron escaparse de la negroide comilona y, nadie sabe como, atravesaron urbanizacionex, autopistax y extensos tugurios de prietox hasta llegar ar Joyo. Solo se encontraron 27 Churrasuciax dentro del boquete. Hoy día se procrean felices en un vertedero cerrado de inodoros rotox.

(A CONTINUARSE)


COPYRIGHT POR MAXIMILIANO E. BEMBA

viernes, 1 de octubre de 2010

LA CHIRINGA NEGRA

(Fanfarria musical con muchas artes gráficas similares a vómitos de borracho que dan vueltas y revientan como triquitraques y de donde surge el logo de el Canal 17¾, dos perros satos chingando y una gran nariz asomándose por el lado, oliéndolo todo.)

NARRADOR: Doble-u ka ka q. Canal 17 y ¾, el canal digital boricua para todos los morenos, jabaos, narcotraficantes y bugarrones puertorriqueños de Puerto Rico, presenta: El Güelenoticiero, edición de las cinco y veinticinco, y su prieto presentador, Rogelio Ranchos Molleto.

ROGELIO RANCHOS MOLLETO: ¡Mondongo gandinga malanga fondillo collera mojón cagao peosucio...! Ay, perdón. Muy buenas noches, damas y caballeros. Este es WKKQ y su Güelenoticiero Nacional de las 5:25 de la tarde, en su canal, canal 17 y ¾, el canal digital para sus noticias locales, internacionales y de toda índole. Les habla Rogelio Ranchos Molleto y comenzamos con las noticias internacionales: hambre, muerte, destrucción, rotos en la estratósfera, Angelina Jolie, un presidente negro y Walt Disney.

Ahora a las noticias locales: Un nene chiquito de lo más lindo con el culito bien rosadito... Perdón... Un terrible accidente carretérico... Perdón... Un horrible accidente aumotobilístico... Un espantoso accidente aubotomilístico... Un escalofriánte accidente aulomotibísti... ¡Me cago en la puñeta! Un choque bien cabrón frente a la barra de Chencho, la de al lado del matadero, dejó tirao en las aceras a una docena de tecatos to chagosos y apestosos que botaron gruesos chorros de sangre podría de hepatitis, SIDA, lepra, cólera y disentería por las sucias cunetas de Río Piedras. Cuando llegaron los guardias con las macanas y los recogedores de basura con los camiones para encargarse del asunto, dos docenas de tecatos armados con jeringuillas oxidadas salieron del hospitalillo “La Mano de Dios” y brincaron sobre tó jesos abusadores propinándoles unos bien merecidos puyazos. Poco tiempo después llegaron los bomberos evangelistas pa joder el parto con monsergas apocalípticas y chorros de agua a presión, y entonces tres docenas de tecatos del hospitalillo “La Pata del Diablo” salieron con la maceta en la mano y se zumbaron sobre los mamaos esos, luego de lo cual se formó un dramático arroz con culo lleno de agua, pipís, drones de basura, jeringuillas sucias y versículos del viejo testamento. Tras cuatro horas de macanazos, manguerazos y fondillos como puercoespines llenos de agujas mohosas, el réferi sonó el pito y ganaron los Tecatos sobre los Cabrones con un marcador de 101 a 5.

En el sur de la Isla, cuatro macharranes chichabéibis con sombreritos de cumpleaños se fracturaron las narices al estrellarse contra el enorme letrero de una famosa loción para la piel en donde un Cocker Spaniel le baja los culeros a un nene.

Continuando más o menos con el mismo tema, en la zona Nor-Noroeste, un temible suceso comenzó cuando cuatro groseros y apestosos blanquitos furiosamente se clavetearon en el mismo medio de la calle a cuatro bellos y despreciables negritos, atravesándoles los magníficos joyazos prietóides embarrados de amarillenta, pestilente y podrida mierda con sus patéticas y blancas macetas. Tras un homosexual y cucaráchico discurso pronunciado por uno de los repulsivos primates, los feos e inmorales monstruos de piel blanca, arrepentidos por su maloliente crimen, les ofrecieron numerosas disculpas a los mancillados mojones de ébano. Entonces, agradecidos y humillados por la superioridad moral desplegada por los repugnantes simios, los caucásicos engendros utilizaron sus inmundas lenguas para lamer, bien mojaditas, los opulentos y hediondos culos de caldero y urgar los apretados agujeros de la negra felicidad, divinos portales de funestos peos e innumerables y rechonchos parásitos. La ceremonia concluyó con el tradicional medley chupada de güevo/mamada de bicho/meada en la cara, culminando en una espectacular y bochornosa orgía de ron y obsceno sexo interracial que acabó en la total ignominia. Una vez consumida la infamia, tanto los blancos como los prietos penitentemente se largaron con sus nenes para abusar de ellos dentro sus casas.

Como si esto fuera poco, a pocas millas de ahí, un conocido ex-pelotero “negro” de la raza “india” se puso transparente como un plástico para enrollar sángüiches tras untarse un linimento de su propia invención cuyo fin era el de blanquearse el pellejo. El evento fue seguido por otra bochornosa orgía, siendo esta particularmente vergonzosa dada la irresistible presencia en las cercanías de una palma cargada con llamativos cocos.

Y, volviendo a hablar de succión y de bembes, en La Avenida las putas se alzaron en protesta por la baja en los precios de las mamadas, servicios que por lo general se cotizaban desde la sencilla, de un costo de $5, hasta las DeLuxe, con opción a lambía e culo, de un costo aproximado de $10 a $20. Según una portavoz de C.U.E.R.O., siglas del Centro Unido Estupendo de Rameras Organizadas, debido a la tremenda bajada en el índice de venidas y bichos paraos producida por la presente depresión mundial, las putas han sido forzadas, y cito, “A el uso prolongado de garganta profunda con lengua mojada durante los 'happy hours', de recibir faciales y meadas en la cara los domingos en horas no laborables, de tolerar chingadas de boca por macharranes borrachos, entre otros, todo esto sin recibir compensación monetaria alguna por servicios que siempre se han considerados como extras, y todo bajo viejos argumentos facistóides ya harto conocidos de que 'Mi'ja, ¿pa qué tanto si no me hiciste casi na?', o de que 'Te voy a pagar $3 porque eso es lo que tengo encima', o el clásico: 'O me lo haces de gratis o te mato'. Esta es la consecuencia del narcisismo del varón puertorriqueño, un narcisismo destructivo y devastador cuya raíz es una profunda inseguridad sobre su masculinidad que apaga el entendimiento y que se centra exclusivamente en lo siguiente: el largo y gordo del bicho, la cantidad de la venida y el tamaño de los huevos. Yo digo, ¡basta ya! Si quieren que se los chichen de gratis, que se busquen nenitas universitarias para que les hagan el favor o que se mamen y se claven entre ellos mismos. A mí que me paguen lo que yo cuesto, y les tengo que decir, y estoy hablando por todas nosotras, de que dadas las condiciones lamentables en que debemos laborar, honestamente no pedimos mucho.” Cierro la cita.

Mientras tanto, en Hatillo, otro ridículo incidente se sucitó cuando un relámpago proveniente de Plutón le cayó encima a un bolitero que se comía una empanadilla transformándolo en un ente maligno mitad ratón y mitad Secretario de Agricultura.

Por otro lado, en la Ciudad Capital, donde los hijoeputas hacen su Agosto, el Tribunal Federal de Hato Rey acaba se exculpar de todos los cargos al alegadamente siniestro y calavérico villano, Mister Bone White, presidente vitalicio del Platanutre Bank. Entrevistando al señor White, el compañero Vitito Valdivieso:

VITITO VALDIVIESO: Gracias, Rogelio. Nos encontramos en la entrada del Tribunal Federal entrevistando al alegado villano, Mister Bone White, acusado de malversación de fondos, fraude, de sembrar el pánico en los inversionistas de la yuca y la batata, y de robarles los chavos prietos a cientos de miserables negritos.

BONE WHITE: ¡Eso ser una gran embuste y una disgusting defamation! Yo no haber roubado nada a ninguno de esous monitous coumecocous. Todo lo que yo tener es el productou de mis incansables y patriouticas laboures como international financer a favor de los Free Markets.

VITITO VALDIVIESO: Mas sin embargo, la fiscalía y la prensa alegan de que usted utilizó la amenaza, la extorsión y el soborno para evitar ir a prisión. ¿Qué tiene que decir al respecto?

BONE WHITE: ¿Que qué tengou que deicir? Yo querer deicir un paquetóun de cousas sobre esas cabrounas sucias coumunistas liberalas sembrando las cizañas contra mí, contra la Platanutre Bank y contra las Free Markets, pero voy solo a dicir de que el señoro juez es un houmbre de mucho culou y que después de recibir un generosou sobourno y de recibir el datas suministradas pour mis fieles secuaces se pudou estableceir sin ningún lugar a dudas de quei todos esos jodiendos y pourqueríos de lo que yo estar acusadou ser una stinking combination de espías y manzanos podridous dentro de mi corporation, de las malas lecheis de pendejous mamabichous envidiosous eneimigous de las Free Markets, y a rumoures without foundation tiradous a las calles por mis competitors, esous maricounos hijoueputos envidiousous y güelejoyous que esperou estein dáindole por la cula a sus sisters, mothers, grandmothers and great-grandmothers.

VITITO VALDIVIESO: ¿Y qué hay del rumor de que usted es el mayor narcotraficante de Puerto Rico?

BONE WHITE: ¡Aw, please! Esou ser una horrible monstrosity. Yo ser un personas muy straight y reaccionaria. In fact, my familia es mucho conocida por regalar plenty of dinerous a todos los distasteful chimpanzees de la munda y de prouveerle a todou joven que demuestre great potential su propiou puntou para tirar drougas con muchas asesorías legaleis para ganarse humildeimente el arrouz con el habichuelas. Por ejemplou: el otro días yo regalar a las residenciales unas dumpsters state-of-the-art con escoundites para esconder el estofas y dispositivous para que el pestes del basuras no salirse afueras y molestar a los buenous y humildeis cucarachous de esta beautiful y wonderful old colony.

VITITO VALDIVIESO: Veo. Una última pregunta, señor White...

BONE WHITE: Preguntei, mister perioudista. Preguntei.

VITITO VALDIVIESO: Como usted sabe, usted ha cambiado la percepción de lo que debe ser la imagen de un exitoso hombre de negocios...

BONE WHITE: ¡Aw, por favour, mire que yo ababacharme!

VITITO VALDIVIESO: …y la gente esta más que fascinada por su imponente estatura, palidez y delgadez,...

BONE WHITE: Yo tener un codigou genéticou muchou bonitou.

VITITO VALDIVIESO: …por sus expresivos ojos oscuros y su famosa sonrisa...

BONE WHITE: ¡Es que yo ser muy simpáticou!

VITITO VALDIVIESO: ...y por su resplandeciente calva...

BONE WHITE: Mis actoures favoritous ser Kojak y Bruce Willis.

VITITO VALDIVIESO: ...pero tanto nosotros y como la teleaudiencia nos preguntamos una cosa: ¿por qué usted siempre viste con esa indumentaria de monje medieval y carga con esa guadaña por todos lados?

BONE WHITE: Ah, porque yo ser una capitalista del viejas escuelas y ser un firme defensour de las Free Markets.

VITITO VALDIVIESO: Bien, Mr. White, muchas gracias por habernos concedido esta corta entrevista.

BONE WHITE: ¡Ah sidou una gran placer! ¡Ah, y les recuerdou a lous sucious televidenteis de que en las próuximas elecciounes acordarse de voutar outra veiz por Fortunio y el partidou de las Free Markets!

VITITO VALDIVIESO: Ya lo oyeron, señoras y señores televidentes, al señor Bone White, el multimillonario presidente del Platanutre Bank, desde la entrada del Tribunal Federal. Rogelio.

ROGELIO RANCHOS MOLLETO: Muchas gracias, Vitito. Volviendo a noticias de menor calibre, una gigantesca vagina alada bajó de los cielos durante el mediodía de hoy, sobrevolando los predios de la plaza del mercado de Santurce y sembrando el pánico entre los supermachos, terror en los jalapollas, espanto en los guardias de palito y muchísima risa entre los borrachitos y los usuarios de sustancias severamente controladas. La vagina, a la que la muchedumbre cariñosamente apodó con el nombre de 'Rosita', se mantuvo planeando sobre la plaza, desapareciendo detrás de una nube después de almorzarse una guagua que llevaba como pasajeros a una banda de merengueros dominicanos.

Entretanto, una misteriosa nube de mimes continúa posada desde hace doce horas sobre la laguna del Condado. Luego de complejos chanchullos olímpicos en Washington, D.C. por mequetrefes del partido de los Free Markets, el gobernador Fortunio logró que se declarara a la isla área de desastre y se espera la llegada inmediata de fondos federales que rondan en los billones de dolares para la reparación de boquetes en las carreteras, para el pago de la nómina del gobierno, para los bonos navideños de los narcotraficantes, para la compra de influencias políticas en la capital estadounidense y para la adquisición de cientos de latas de insecticida para acabar con los mimes.

NARRADOR:  Ahora: ¡La Noticia del Día! (fanfarria musical):

ROGELIO RANCHOS MOLLETO:  Durante horas de la mañana y extendiéndose hasta hace apenas unos minutos se formó un bayú entre un grupo de malhechores de mala escuela y el enigmático y prieto superhéroe boricua “La Chiringa Negra”. Según investigaciones llevadas a cabo por nuestros periodístas, los delincuentes eran miembros de la peligrosísima ganga de rateros conocidos como “Los Robaviandas”, acusados recientemente de transportar ilegalmente un cargamento de yucas, mameyes y guineos mafafos utilizando velocípedos termonucleares. De acuerdo a varios testigos, una fugaz intervención de la policía, los Robaviandas se fueron a la huída tras hurtar tres docenas de panas de pepita del patio de una ancianita.

DOÑA CELIA: ¡Ay, bendito! Me da pena decirlo pero ansí mismito fue. Yo estaba desplumando una guinea cuando dos señores que hacía rato daban vueltas en un fotingo viejo y despintao se bajaron diciendo que eran los del Agro-Censo y que estaban contando las matas que una tiene en el patio. Yo les dije, "Okey", puesto que yo no sabía que era eso y no quería meterme en problemas, como siempre pasa. Así que me los llevo al patio y en frente de mis narices uno empeza a tumbar todas las panas, y cuando les cuestiono lo que estaban haciendo, el otro, el que parece un chino, me dice, "No, es que son muchas y nos las vamos a llevar a la oficina pa un conteo científico". ¡Mire y que pa un conteo científico! Eso mismo fue lo que me hizo el médico el mes pasao y, oígame, ¡el muy muy todavía no me encuentra na más que dos ovarios!

DOÑA INES: ¡Mire! Yo estaba preparando el adobo para la guinea cuando veo a mi hermana, que es una de las que si tu le dices que la chincha es un mamífero aleman prehistórico ella se lo cree, yendo hasta el patio con los dos aparatos esos, un gordo con los ojos achinaos y un flaco jabao con cara e bruto de segundo grado. Entonces el rubio empieza a tumbar las panas y el chino dice algo de un censo vegetariano o algo así y me doy cuenta de que eran unos embusteros porque los dos estaban tós cagaos de sucio, con los zapatos rotos, y sin papeles ni bolígrafos ni ná, ni tampoco tenían revistas de fresquerías enrollás en los bolsillos traseros ni billetes de los sobornos saliéndoles de los bolsillos delanteros, como todo empleado gubernamental que se respete a si mismo tiene que tener. Fue entonces que metí las patas y cojí el celular y llamé al bruto de mi primo, que es policía y al que llaman Juan "Cebolla" porque un día lo cogieron pelándose bien la polla.

JUAN "CEBOLLA": ¡Ay! Pues yo le acababa de mamar el culo al robusto sargento de turno y estaba en el lavamanos cepillándo mi viril lengua con guayo y kerosene cuando recibo la llamada de mi prima Ines que me cuenta lo del rubio y el chino con las panas. Ella a la mejor quería que yo atendiera ese asunto personalmente, pero como yo estoy bien amaestrado para ser sumiso y obediente a nuestras despiadadas reglas fui y se lo comuniqué todo a nuestro homoerótico oficial superior, el sensual y fornido teniente Máximo "Proteo" Senteya, quien vigorosamente sonó la alarma, y luego de obsequiarnos con un varonil y voluptuoso discurso donde exaltó nuestra exquisita musculatura, nuestros carnosos y tumefactos glandes, y nuestros suculentos y peludos testículos, seductoramente nos urgió para que sacáramos para afuera nuestras engrasadas macanas al llegar a la escena del alegado crimen en progreso y que brutalmente las utilizáramos para rajarle el cráneo a cuanto cristiano que se nos atravesara por el medio. Excitadas, corrimos como locas hasta los carro patrullas, chillamos como malcriás cuando nos comimos todas las luces rojas de los semáforos y casi nos partimos cuando llegamos a la escena del delito y brincamos así, ¡zas!, fuera de los vehículos, todas agarrando nuestras lindas macetas con nuestras masculinas y potentes manitas.

DON AGUSTIN: ¡Compay! Esa fué la cosa más increíble que yo haya visto en mi vida. Llegaron los guardias, ¿no?, y entonces, qué se yo, se ponen toj con paterías. ¡Mira y que dal brincos ansí con los pipís tós pol fuera! ¿Qué e jeso? Mere. Eso, en cualquier lugar del mundo, se le conoce como una pura patería. ¡Patería!, ¿usted me entiende? Como sea, yo vi tó el asunto con las panas. Un chino gordo cabrón y un cano to ejmirriao entraron al patio de las vecinas y las empezaron a tumbar, ¡y eran un montón de panas¡, tantas que cuando los dos llegaron ellas hasta la bola e moho con ruedas esa en donde vinieron, era, mere: corriendo, tropezando y recogiendo panas, corriendo, tropezando y recogiendo panas. Estuvieron ansí como por media hora hasta que llegaron los maricas esos vestíos de azul que saltaron de las patrullas y les cayeron a macanazos a to el mundo.

COMAY COCLÁINA: ¡Dios querido! ¡Eso fue un abuso! Habían paisanos corriendo y defendiéndose de los azules que estaban con los toletes rajando cabezas a diestra y siniestra. ¡Hasta gases lacrimogenos tiraron! Yo le acababa de maiz a las gallinas y estaba preparando un embrujo cuando escuché los pitos y los gritos, y fuí y me asomé por la ventana a mirar el corre corre. De entre el sahumerio vi a un muchacho, Armando Berrios, con cuatro chichones creciéndole en la cabeza como en los muñequitos de la Warner Brothers y lanzando maldiciones y amenazas y palabrotas y blasfemias. Un par de hombres lo cargaron hasta un carro y se lo llevaron p'al dispensario. A comay Popeta, que regresaba de buscarme unas yerbas benditas del colmao, le entraron a golpes solo por estar caminando en la acera. Había un gordito bien macizo y con los ojos ansí, de indígena, de esos de monte adentro, que ya no quedan muchos, agarrando policías y tirándolos a los soberaos. Y vi a un albino doblao como un plátano que se sacó algo que llevaba en los bolsillos, que no pude distinguir bien lo que era, y se lo tiró a los gualdias que se echaron para atrás gritando.

COMAY POPETA: ¡Oiga, boricua! ¡Bendito sea Dios! ¿Qué es lo que nos pasa? Yo venía de vuelta del colmado pa traerle las yerbas malditas a la comay Cocláina y unos rollos de papel de inodoro para mi marido, cuando veo ese berenjenal. Entonces estallaron los gases y todo se llenó rápido de humo y yo saqué un rollo y me lo puse en la cara, andando rápido para salir de ahí, y vi a dos, no, tres azules que vinieron hasta adonde mí con las macanas afuera. Los tres me zumbaron unos macanazos y yo evadí los golpes menos uno, aquí en la espalda. Ahí fue que solté toda la compra y salí corriendo. Entonces vi a unos cuatro o cinco guardias que iban a darle a un flaquito parao ahí, que se metió las manos en los bolsillos y sacó unas arañas bien feas y se las tiró encima.

DON YUYO: Yo no se como fue que empezó la cosa pero el jabao tenía tarántulas en los bolsillos de los pantalones. Y la tarántula es una araña que da miedo y que pega unos mordiscos bien duros cuando le entra en gana. Y el jabao las sacaba y las tiraba ansí, como si ná. Y parecen que estaban bien entrenás porque se les metieron adentro de los uniformes a los guardias y estos estaban chillando como nenas chiquitas, sacándose la ropa de encima. Ahí fue que el jabao y un gordito se metieron en un carro compacto y cogieron las de Villadiego.

JUANCHI MONTAÑEZ: Mi novia es de la barriada y yo la traía de vuelta del residencial, y cuando llegamos a la esquina de su calle vemos los gases lacrimógenos y oímos los pitos de los guardias, y empezamos a echar pa atrás cuando sale este carro, un Toyota to fastidiao, saliendo de la humareda. Adentro estaba este gordo guiando como un cabrón, cogiendo las curvas bien cerrás. Por poco nos pasa por encima cuando dobló la esquina.

MILLIE DEL VALLE: Si. Nos tuvimos que tirar pal lao para que no nos arrollara. Entonces el carro perdió el control y dio muchas vueltas, y yo miré bien y vi que el parabrisas estaba roto y que adentro todo estaba lleno de viandas y que el gordo estaba peleándose con el flaco y que habían unas arañas bien grandes corriendo por los asientos y por encima de los dos, y entonces el gordo enderezó el carro y se fueron calle abajo a toda velocidad.

DON ÑEÑO: Pues yo andaba saliendo del pueblo y estaba empezado a cojer las curvas del monte, que siempre me dejan to mareao y jodienda y por eso tengo que jenderme bien jendío de ron pa no darme cuenta, ¿usted me sigue?, cuando un carro que hacía mucho ruido se me apareció por detrás, un Toyota to ejbaratao botando ñames y yucas y batatas por las ventanas, y me pasó en una curva dándome un tremendo corte de pastelillo que por poco hace que se me salieran los mondongos. Entonces, ¡bien encojonao!, me dieron ganas de mear y estacioné mi carro, un Honda Civic de lo más lindo, de esos que dan buen millaje por galón pero que últimamente como que se está tirando muchos peos y lo tengo que llevar al garaje pa que le saquen el mojón que tiene atascao dentro. Pues cuando lo estaciono al lado de la carretera y salgo y me escondo detrás de un palo y lo saco pa fuera pa que haga lo que tiene que hacer y que no siga jodiendo más, pues entonces suena un retumbo y yo miro ansí pa'rriba y veo un murciégalo prieto, gordo y bembón bajando de las estratósferas.

JUANCHI MONTAÑEZ: Entonces sonó un trueno y se pega esta ventolera que dispersa los gases y vemos como a quince policías, ¿veldá, Millie?, como a quince policías entrándose entre ellos mismos a macanazos. Habían dos soplando los pitos y cuatro estaban esnús revolcándose como lechones en medio de la calle. Uno era el teniente Senteya, que es un bugarrón malo pero malo con cojones, y otro que también reconocí, soplando un pito, fue a Juan "Cebolla", el que se pela la polla.

MILLIE DEL VALLE: Fue como Juanchi dijo, pero yo fui la que lo ví. Yo lo ví cuando bajaba del cielo. Yo ví a La Chiringa Negra.

DOÑA BOLA: ¡Yo lo ví! ¡Yo lo ví cuando se apareció dando bandazos por el aire como un guaraguao atómico! La Chiringa Negra. Persiguiendo un carro. Ese prieto sí que está del cará. Es un borrachón, un comelón y como medio charlatán, pero todos lo queremos mucho porque él vino pa hacerle justicia a nosotros los desgraciaos. La gente con muchos chavos dirán todo lo que quieran pero nosotros los que no tenemos ná lo más que tenemos es memoria y todavía nos recordamos cuando se metió en el Senado, cogió a los corruptos que estaban ahí, les sacó las narices por los joyos, hizo un nudo con todas las narices y los mandó tó jenredaos a la nevera. Pues se apareció, no veldá, y agarró el carro por el bumper de atrás con el carro todavía corriendo y se lo llevó pa'rriba. Habían dos tipos adentro y estaban prendíos. Uno le estaba tirando piñas, panas y aguacates por una ventana y otro le estaba tirando arañas pelúas por la otra, pero La Chiringa Negra le daba manotazos a lo que le tiraban y lo mandaba to pal lao. Una pana bien grande aterrizó en la casa de Tato “Sucio”, el comepantis del pueblo, y ¡Kapúm! le hizo un boquete en el techo, y Tato salió corriendo asustao pa fuera y unas cuantas arañas le llovieron encima, y entonces embaló a correr cuesta arriba y cuando pasa frente a mi balcón le veo un panti colorao saliéndole del jocico y una araña pegá atrás en los calzoncillos. Estuve riéndome como por cuatro horas.

JUANCHI MONTAÑEZ: ...Y La Chiringa Negra al rato regresó con el Toyota agarrándolo por un bumper. El carro, por las ventanas, estaba soltando panas y mangós y cuanta ostia hay. Hasta arañas pelúas estaban saliendo de adentro. Entonces lo soltó y ¡acángana! aterrizó de frente y el bonete, el baúl y las puertas salieron volando pa tós laos.

MILLIE DEL VALLE: ...y después que aterrizó, del carro salen azoraos estos dos tipos, un gordo japonés y un flaco, que ya estaban haciendo como pa irse cuando aterrizó frente a ellos La Chiringa Negra, y entonces se miraron por laaargo rato, como esperando a ver quien iba a dar el primer paso, y entonces el flaco sonrió y se metió una mano en un bolsillo del pantalón y de adentro sacó la araña pelúa más grande y más diabólica del mundo.

JUANCHI MONTAÑEZ: Mere. Era del grande de un tapabocinas, colorá y con los pelos paraos, con unos colmillos negros y doblaos que botaban una baba amarilla, y zumbando como una encabroná, ¿verdad Millie?

MILLIE DEL VALLE: Ajá. Y el flaco le tiró la araña a La Chiringa Negra y La Chiringa Negra se la comió, y entonces cuando el flaco y el gordo viero eso se echaron a correr y La Chiringa Negra se les fué detrás y también se los comió: ropa, zapatos y todo.

DON AGUSTIN: Ah, si. Se los papeteó a los dos y estuvo un rato chupándose los bembes y masticando y erutando y escupiendo cosas: un zipper, un par de calzoncillos to sucios, dos navajas de resorte, ah, y una ristra de botones y de dientes como si fuesen balas de ametralladora.

DOÑA INES: Nadie se atrevía a mover ni un pelo. Por miedo a que se los comieran, ¿usted me comprende? Entonces el canibal ese vestío de prieto, ¡pero tó de prieto!: leotardos, capa, botas de abusador, un antifaz de esos de Halloween, y también unos boxer shorts de baratillo que parece que les pasó por encima con un magic marker negro porque, si los veías bien, les podías notar todavía los dibujos de amebas y paramecios debajo; pues el prieto comegente ese, cuando terminó de masticar y de escupir, se dió la vuelta y caminó hasta los guardias, que estaban tan frizaos como nosotros.

JUANCHI MONTAÑEZ: ...Y el prieto fue adonde los policías y les entró a bofetás a tós. Después los pateo pol culo. Y por último los regañó por ser tan mamaos y los infelices se fueron berreando y botando mocos por las narices y llamando a la mamá.

MILLIE DEL VALLE: Si. Entonces la gente de la barriada salieron y lo abrazaron y lo besaron y le cogieron el autógrafo y se tomaron mil fotos con él, y don Sergio le dio un pernil con chicharrón bien tostao y él se lo comió de un bocado, y doña Celia le dió un mamey de los de su patio y él también se lo comió de un bocado, y le dieron doce jarros de cerveza bien fría y un pitorrito y él se los bebió de un trago, y le dieron un fili bien cargao de marihuana del tamaño de un bate de béisbol y él se lo fumó de un jalón, y le dieron unas jeringuillas y una bolsa con estofa y él regañó a tó el mundo, y le regalaron un cabrito y unas gallinitas ponedoras y él dijo que tenía que irse para perseguir y darle una lección a todos los malos del país pero que otro día venía de vuelta para recogerlos y les dijo a todos que se portaran bien y despegó como un cohete y se desapareció detrás de un monte dando vueltas como un trompo.

ROGELIO RANCHOS MOLLETO: Mientras tanto, en el resto de la isla, las predecibles reacciones no se hicieron esperar.

FILOSOFISTA POLITICO: Ante todos esos paradigmas circunstanciales que oblicuamente restituyen y prostituyen los energúmenos neo-singulares pluralísticos y elípticos de la ínsula barataria cuyos estatísticos estatutos y prostitutos de la banca a favor de una solución al problema del estatus que imposible nos hace la existencial vida, solo hay una incuestionable, lúgubre y respuestística respuesta: ... la luna.

GOBERNADOR FORTUNIO: Este es el claro ejemplo de la decadencia social producto de la mala administración del partido opositor. En Puerto Rico no necesitamos del individualismo de supuestos superhéroes. Nosotros somos los superhéroes. Una vez que nuestro pérfido plan llegue a su conclusión Puerto Rico se transformará en el bloque de cemento más lindo del Universo.

PRESIDENTE DEL SENADO: Ese “negro”, por no decir otra cosa, es lo peor que nos pudo haber pasado a nosotros como cuerpo gubernamental. Si no fuese por la corrupción, la mentira, la traición, la violación, las perversiones sexuales y el narcotráfico Puerto Rico no llegaba a ningún lado. ¿Cómo estoy yo supuesto a prosperar? ¿Vendiendo empanadillas? ¿Para que me caiga un rayo de Plutón y me convierta en un ente maligno mitad una cosa y mitad la otra? No. No. Voy personalmente a exigir que se forme una comisión que pierda muchisimo tiempo para distraer al pueblo y así robarnos mucho dinero para que se investigue quien es el mequetrefe ese de La Chiringa Negra, quien sin duda es un infernal comunista enviado por Chavez, Castro y los otros inmundos dictadores suramericanos, ¡malrayo los parta a tós!

PRESIDENTE DE LA CAMARA: Yo estoy de acuerdo. Eso es malo. No podemos permitirlo. Y encima de todo el muy traidor es “negro”. ¡Fo! Nuestro plan es para seguir echándoles la culpa a los putas y nenitos lindos de residencial mientras les regalamos porquerías para que ellos sigan votando por nosotros. Y vamos a persistir mientras ellos consientan en ser nuestros alcahuetes. Y este negro estúpido lo va arruinar todo. Pero van a ver. Ya lo van a ver. Cuando ese negro sucio venga a jodernos de nuevo lo vamos a esperar con la homosexual Guardia Nacional. ¡Esos son unos machos de verdad! Son bellos. Preciosos. Divinos. Yo les voy a besar las botas y chuparles golosa las macanas. Con gusto. Si. ¡Aaaaaaaaaayyy!

CORONEL DE LA POLICIA: Los sucesos sucedidos hoy van a seguir sucediendo si la ciudadanía no coopera con la policía. Y si persisten en no cooperar les vamos a dar como pandereta de pentecostal. Y luego de abusarlos lo vamos a negar para seguir macaneando y macaneando. Es lindo ser policía. Abusar... Abusar es lo de nosotros. Recoger sobornos. Tirar drogas. Mentir. Y seguir apaleando. Es lindo. Lindo de verdad. Yo tengo una gran contradicción. Anoche soñe con La Chiringa Negra. De que eramos amantes. Y de que nos cogíamos de la mano y nos dábamos muchos besitos. Y de que él era el macho y yo la hembra. ¡Ay, Dios! Yo quisiera que estuviera de nuestro lado. Pero... ¡Que se va ha hacer! Así es nuestra facista vida.

MALANGO “VIEJO TRAMPOSO” SALSIPUEDES: Los puertorriqueños decentes, todos exclusivamente pertenecientes a la hermosa pequeñoburguesía boricua, como yo, somos los principales inversionistas de esta patraña. Dependemos del “estatus cuo” para prosperar. Yo personalmente necesito de que persista la mierda. Tengo dinero. Tierra. Propiedades. Y miles de inquilinos que dependen de mis pocilgas para sobrevivir como los animales que son. ¿Cómo podemos esperar progreso con ese macaco con alas volando por todos lados, delatándonos, mostrándonos como lo que realmente somos? No podemos. Tenemos que preservar nuestra “imagen”. Lo tenemos que destruír. En una reunión de inversionistas todos hicimos un serrucho y reunímos unos milloncitos para pagarle a unos sicarios de Colombia para que vengan a limpiarle el pico. Es una inversión que en el futuro pagará buenos dividendos. Je. Je. Je.

JUEZ DEL TRIBUNAL SUPREMO: A mi, o me pagan o no hago nada. Eso es todo lo que tengo que decir.

UN ABOGADO: El sueño de cualquier abogadillo de pacotilla es que arresten a La Chiringa Negra para que a él le toque defenderlo. Todos aguardan. Son una jauría, al constante acecho.

OTRO ABOGADO: Lo que el pendejo negro ese no sabe es que él es dinero en el bolsillo. Sale en todos los periódicos y en todas las noticias. Apenas puedo esperar para ver a quien le toque defenderlo cuando lo atrapen. Espero que sea a mí. Ya estoy moviendo todos mis padrinos para ver si se me da. Y, si se me da, estoy hecho. Me divorcio de mi esposa, me compro una islita y la lleno de putitas de ocho años pa que me orinen dia y noche en la cara. Je. Je. Je. Je.

AUN OTRO ABOGADO: Si sale culpable o inocente es irrelevante. Lo importante es, bueno, el ser “importante”, ¿me sigue?

PERSONA EN LOS MEDIOS DE COMUNICACION: Esto es una locura. Todo lo que se piensa y todo lo que se dice y todas las estrategias se centran en La Chiringa Negra, la figura del momento. Los dizque-periodistas solo quieren escribir la última primicia. Los hombres y mujeres ancla en entrevistarlo. Los camarógrafos en captarlo con una imágen que lo resuma todo. Y los gerentes y dueños de los medios de que la ilusión perdure. Todos quieren guisar. Y el que no guisa, no come. Esa es la ley de la jungla.

UN DEAMBULANTE: Mire usté: yo no soy persona política ni ná. Hay gente que dicen que si, que lo soy. Yo se que solamente soy un deambulante. Punto. Yo vivo en la calle. Pero, como vivo en la calle lo veo todo. Y a ese moreno le estan poniendo un cerco. Bien organizado. Mecanizado. Años lleva formándose, esa maquinaria. Cientos de años, ¿me entiende? Aceitada con dinero. Ya se dió la orden. El gobierno, obediente, ya apretó las tuercas. Los vigías están en sus puestos. Los traidores, listos para señalar con el dedo. Los cobardes, para cerrar las puertas y callar. Los uniformados, para usar la fuerza. Los asesinos, sus armas. Solo falta estar en alerta. Y esperar.

BONE WHITE: I love money.

FIN

COPYRIGHT por Maximiliano Eugenio Bemba

sábado, 25 de septiembre de 2010

R.

Nota M.E.B.:  Este es el ejemplo de una casi-anécdota contada por R., una persona real de la Ciudad Capital.  Si digo casi-anéctoda es porque la situación es en parte inventada por mi, en parte para protegerlo a él.  Lo que no me invento es la agudeza, las cadencias de su lenguaje y el humor de R., que son únicos y absolutamente suyos.  R. es un adicto a drogas habitual que hasta el momento ha sabido bregar con su adicción.  Su vida es una larga y extraordinaria, y, como él mismo me admitió un día, "Yo sigo vivo de milagro". 

***

“Pues salgo del baño y ya me estoy yendo pa mi casa, ¿no?, y parao en una esquina de la barra con otros tres cabrones veo a este chamaquito, así de chiquitito, un tapón, jovencito, y yo le paso por el frente y lo saludo y él se me queda mirando y yo sigo hasta la puerta diciéndome '(Hmm. Aquí va a pasar algo.)', y ya estoy en la puerta cuando oigo detrás esta vocecita que me dice, '¡Oye, mamabicho!', y yo me paro en la puerta y pienso '(Me cago en ná. Me tenía que tocar a mí. Otra vez.)', y me doy la vuelta y lo miro, un mocoso, con lanilla, acabao de salir de los pampers, y yo tengo que tomar una decisión, y cualquiera yo que coja ya yo se voy a salir jodío, si le digo algo me jodo, si no le digo na y sigo andando me jodo también, como quiera que sea estoy jodío, así que me digo '(que se joda)', y me paro y le digo, 'Mira, este, paisano, yo no te conozco a tí y tú no me conoces a mí. ¿Cómo es eso de andar por ahí llamándole mamabicho a la gente? ¿Qué es carajo eso?', entonces el chamaquito como que se planta y echa un paso al frente y viene y me dice, '¡Mira, hijoeputa!', '(¡Ah, ahora soy un hijoeputa! Esto se esta poniendo malo.)', y me le quedo mirando y veo que el mariconcito pone la carita apretá como pa que yo coja miedo, y me da gracia y me le sonrío, y él nene se encabrona y me dice, '¿Qué tu haces, cabrón?', '(¡Ay bendito!... Primero era un mamabicho, después un hijoeputa y ahora soy un cabrón. Esto no puede ser. Yo tengo que estar soñando.)' y miro al este piojo que todavía no le ha visto la uña al deo y no me puedo aguantar y me echo a reir, a carcajadas, ¡cuá cuá cuá cuá cuá cuá cuá!, y el nene se encabrona aún más y se mete la mano atrás y saca una nueve milímetros y me apunta y me dice, '¡Mira, pendejo!', y ahí fué que se acabó, '(Ah, no, no, no, no, no. Aquí no hay vuelta p'atrás. Quédate ahí. Voy p'allá. No te vayas.)' ¡Mira, ni que llamarme a mi un pendejo! ¿Tú puedes creer eso? A mi tú me puedes llamar todo lo que tú quieras: mamao, cabrón, hijoeputa, maricón, mamabicho, hasta perro muerto me puedes llamar, pero ni se te ocurra decirme pendejo a toda boca frente a tó el mundo, mi cielo, porque me estás obligando a barrer el piso contigo, así que voy adonde el enanito, le aparto el cañon para el lao y le digo, 'Mira,... jovencito, yo normalmente soy una persona pacifica y respetuosa, pero si tú te crees que me vas a asustar con el juguete ese que tu tienes ahí estás bien equivocao; ah, y yo no soy ningún pendejo, pa que lo sepas, así que te me vas disculpando ahora' [con la mano abierta dándole al mostrador] 'o no respondo de lo que pase', y entonces el piojo baja el cañón y se sonríe, el muy cabroncito, así bien contento, como si fuera un cumpleáños, y me presenta a los otros cabrones que andaban con él, me invita a una cerveza, '(Okey)', y yo bebiendo y él hablándome, congraciándose, y yo todo el tiempo: 'Si (¡canto e mamao!)', '¡Como no! (¡cabrón!)', 'Así mismo es. (¡so pendejo!)', 'Más claro no canta un gallo (¡maricón!)', y él piojo con una sonrisa se despide, y yo me despido también, '¡Ah, ja ja! (¡vete p'al carajo!)', y yo salgo y afuera cojo un deo y me lo paso por la frente. Así. Y suelto un chorro de sudor. Y me fui pa mi casa. Tranquilo. A comer. Arroz con habichuelas. Y sardinas. Y a ver televisión. El noticiero.”


COPYRIGHT por MAXIMILIANO E. BEMBA

lunes, 6 de septiembre de 2010

LOS ASTROPINGOS

Un OVNI hace estrafalarias y caóticas maniobras en los cielos del planeta Tierra hasta que se estrella en el pavimento enmedio de un gran estrépito. De entre los escombros de retorcido metal alienígeno se asoman y salen tres extraterrestres, VERGA, MAMERRO y PIPI, quienes tienen el sospechoso aspecto de penes flácidos. Cada uno se arrastra con la ayuda de dos esferas llenas de ensortijados pelos con los que tantean el suelo como antenas de cucarachas. Los tres son ciegos.

VERGA: Carajo, como que no se endonde estoy ni lo que estoy pisando.

MAMERRO: Se siente bien duro, así que creo que estamos seguros. ¿Verdad, Pipí?

PIPI: Chi.

Se aproxima un carro a toda velocidad.

VERGA: ¿No oyen nada extraño?

MAMERRO: Al parecer se acerca un nativo para darnos la bienvenida y el recibimiento.

VERGA: Hmmm... Yo como que no estoy muy seguro.

MAMERRO: Eres demasiado pesimista. ¿Verdad, Pipí?

PIPI: Chi.

El carro les pasa por encima y por poco los espacharra. Los tira popeta arriba. Luego de una pausa mortal se incorporan.

VERGA: ¿Se fijan? ¿No les dije que algo raro pasaba?

MAMERRO: Probablemente andaba de prisa. A la mejor iba a mear. ¿Verdad, Pipí?

PIPI: Chi.

Una doña camina por la acera rascándose el culo y erutando y escupiendo en la acera.

VERGA: Esnif. Esnif. Atiendan, como que creo que huelo un familiar y sabroso aroma.

MAMERRO: Yo también. Hace que me muera de la melancolía y que me pare. ¿Verdad, Pipí?

PIPI: Chi.

VERGA: Pues sigamos el sabroso aroma pues parece que nos conducirá a nuestro incierto destino.

Los tres extraterrestes se arrastran siguiendo el sabroso aroma hasta llegar a un edificio de tres pisos pintado de muchos colores, como un vómito de borracho. Entran y suben varias colinas empinadas hasta llegar al tercer piso y a la puerta de un apartamento, el 303.

VERGA: Como que hay un objeto rectangular y duro frente a nosotros.

MAMERRO: ¿Por qué no le damos gentiles macetazos como hicimos en aquel planeta de donde nos botaron la última vez?

VERGA: No creo que sea una buena idea. Es mejor que por nuestros cojones intentemos cruzar esta curiosa barrera y así llegar al origen de ese sabroso aroma.

MAMERRO: Puede que tengas razón. ¿Verdad, Pipí?

PIPI: Chi.

Los tres extraterrestres atraviesan la puerta como tirabuzones. Al llegar al otro lado, se arrastran hasta llegar al dormitorio y se encaraman en la cama donde la doña ronca. Los tres estan parados y pulsantes.

VERGA: Como que escucho ruidos animales y el sabroso aroma es tán intenso que estoy a punto de botar la leche y desmayarme.

MAMERRO: Y nosotros también. Tu ve por ese lado y nosotros buscamos por este otro.

VERGA: De acuerdo, pero acuérdense que los designios del destino son a veces misteriosos y profunditos.

MAMERRO: Okey. ¡Sígueme, Pipí!

Pasan varios minutos.

MAMERRO: ¡Lo encontramos! ¡Lo encontramos! El sabroso aroma proviene de una inmensa y peluda cueva como en los cuentos de hadas, y adentro parece que está bien mojadita como a nosotros los gusta. ¿Verdad, Pipí?

PIPI: ¿Chi?

VERGA: Pues entremos, entonces. ¡Pero cuidado, ah! Que rumores me han contado y nada agradables son, ¿me escucharon?

Los tres extraterrestres entran y adentro se resbalan y caen y rozan las paredes que vibran y se emocionan y empiezan a cerrarse. Los tres se ponen tan duros y grandes que apenas se pueden mover. Entonces descubren de que no pueden salir.

VERGA: Como que yo creo que nos jodimos.

MAMERRO: Por esmayaos. ¿Verdad, Pipí?

PIPI: Mjm.

La doña despierta. Se levanta y camina hasta el inodoro en donde se sienta y empieza a pujar con fuerza. Truena un enorme peo y una abundante erupción de agua sucia salta fuera de la bacineta. Empapada, la doña se pone de pie, mira hacia adentro del recipiente de porcelana, jala la cadena y se aleja maldiciendo.

DOÑA: ¡Bah..., trillizos!

FIN

COPYRIGHT por MAXIMILIANO E. BEMBA

sábado, 4 de septiembre de 2010

LA FAMILIA RETRONUCLEAR

Una mosca, aburrida, zumbando vuela.

Entra EL DON descalzo, vestido camiseta y shores hasta la cocina cargando con un plato sucio al que tira en la montaña de vajilla humeante que se alza de adentro del fregadero. LA DOÑA, también descalza, vestida con batola, la cabeza llena de rolos y fumándose un cigarrillo, pasa un mapo mojao detrás del sofá.

EL DON: ¡Carajo! ¿Es que en esta casa nadie se va a encargar de lavar los platos?

LA DOÑA: Si tanto de preocupas de la vajilla ¿por qué no la lavas tú?

EL DON: Porque estaba ocupao asesinando las chinchas de tus pantaletas.

LA DOÑA: Y yo estoy ocupaísima mapeando los orines y churras y vómitos de detrás del sofá.

EL DON: Y yo ayer saqué un mojón gigante atascao dentro del inodoro... …con las dos manos.

LA DOÑA: Y esta mañana raspé con las manos y con los pies doce libras de mugre, polvo, grajo y hollín del piso, paredes y techo de la marquesina.

EL DON: ¿Ah, si?

LA DOÑA: ¿No me digas?

EL DON: ¿Qué es lo que tú te crées, que yo ando por ahí frotándome los cueros de los cojones?

LA DOÑA: ¿Y tú, que yo me la pasó tirá viendo películas de Yorch Cluni y jálandome los pelos de la chocha?

EL DON: (Amenazante) ¡Miraaa...!

LA DOÑA: (Amenazante) ¡Miraaa...!

Entra LA NENA, de once años, flaca, con bracers, totalmente en pelotas, y empieza a chillar malcriá en medio de la sala.

LA NENA: ¡Yaaaaaaaáááááá!!! ¡Ya estoy cansá de toa ejta mieldaaaaaaaaaaáááááá!!!

LA DOÑA: ¡Eso es todo lo que nos espera en esta apestosa vida! ¡Qué viva Papa Doc y Trujillo!

EL DON: ¡Aaaaaaaaaaáááááááááááh!!! ¡No puedo! ¡No puedo más con esta locura! ¡Me voy de aquí y no pienso regresar nunca más!

LA DOÑA: ¡Acaba y vete de una vez para que el abogado, el estado y los acreedores me quiten 70% de la pensión alimenticia!

LA NENA: ¡Iiiiiiiiiiiíííííííííííííííííí!!! ¡Tengo los pantis quemaos, nadie me comprende y me voy a suicidááááááááááááááál!!!

Mientras la garata continúa, se abre la puerta de la calle y entra EL NENE, un gordito de ocho años de cara apacible bajo enormes espejuelos, vestido de marinero, y quien jala una gran maleta de viajero con rueditas que está reventando de libros y libretas.

EL NENE: ¡Padrez de mi arma, ya llegué de la puta ejcuela! ¡Joder, pero que pezte a mierda hay aquí!

LA NENA: ¡Cállate, enano inmundo! ¡Mami, está hablando de mí! ¡Yo se que está hablando de mí!

EL NENE: ¡Puez claro que eztoy hablando e tí! Si dezde aquí puedo ver que tienej toa cagá la raja de loz fondilloz.

A NENA: Mira pendejo maricón, yo no estoy na de cagá. Es que tuve las menstruaciones y todavía no me he limpiao bien.

EL NENE: ¿Conque menstruaciones, ah? ¡Incluyendo laz der mez pasao, sin duda!

(Pausa mortal.)

LA NENA: Hijo de la granputa...

LA DOÑA: ¡Niña!

EL DON: ¡Déjala que hable, que los ensueños de la razón producen...! (mira con odio a LA DOÑA) ¡¡¡...monstruoooooooos!!!

LA DOÑA: ¡Viejo mamabicho!

EL DON: ¡Canto e sucia!

LA NENA: ¡Pendejo!

EL NENE: ¡Cagá!

LA DOÑA: ¡Mamabicho!

EL DON: ¡Sucia!

LA NENA: ¡Pendejo!

EL NENE: ¡Cagá!

LA DOÑA: ¡Mamabicho!

EL DON: ¡Sucia!

LA NENA: ¡Pendejo!

EL NENE: ¡Cagá!

Mientras esos se pelean se oye un rasguño desesperado en la puerta de la calle. Son EL PERRO y LA GATA.

EL PERRO: ¡Anda, apúrate gata, apúrate y abre la puerta!

LA GATA: Meao. ¡Aguántate que este truco apenas me lo aprendí de otro gato que hacía lo mismo en la internet!

Se abre la puerta en par y EL PERRO entra y LA GATA salta del pestillo. EL PERRO se da vuelta y empieza a ladrar hacia la calle.

EL PERRO: ¡Cabrón! ¡Cabrón! ¡Cabrón! ¡Cabrón!

LA GATA: Meao. Ya deja de ladrar chico. Si no es pa tanto.

EL PERRO: ¡Cabrón! ¡Cabrón! ¿No viste...? ¡Cabrón! ¿No viste el gas del mal que me zumbó la mujer esa que reparte la correspondencia?

LA GATA: Meao. Si lo vi. ¿Y tú qué esperabas? ¿Qué te tiraran un hueso?

EL PERRO: Más respeto y menos humillación. ¡Cabrón! ¡Cabrón!

LA GATA entonces ve a EL DON, LA DOÑA, LA NENA y EL NENE destrozándose a gritos.

LA GATA: Oye. Deja eso y mira a ver esto.

EL PERRO deja de ladrar y se da vuelta y mira extrañado a los amos insultarse. EL PERRO y LA GATA se sientan a mirarlos.

LA GATA: Meao. ¿A qué tu crees que se deba esto?

EL PERRO: No se. Pero sea lo que sea suena bien duro y pasa a cada rato, así que lo mejor es no meterse.

Luego de una eternidad, EL DON, LA DOÑA, LA NENA y EL NENE, extenuados, dejan de gritarse y se tiran de espaldas en los muebles que tienen de cerca.

LA NENA: Oigan, ¿alguien puede cerrar la puerta? Estoy esnúa.

EL NENE: Lo hago yo ahora. Dejame cojé un poquito de aire.

LA DOÑA: Si seguimos así nos vamos a matar.

EL DON: Es el fin. ¡El fin!

LA DOÑA: ¿De qué coño tu hablas?

EL DON: De que todos los días siempre hacemos lo mismo y todos los días acaban en una horrible ridiculez. Oh, Dios. ¡Oh, Dios! ¡Apiádate de nosotros!

En ese instante, de la cocina sale caminando un güimo. EL DON, LA DOÑA, LA NENA, EL NENE, EL PERRO y LA GATA contemplan al güimo llegar y detenerse en el mismo medio de la sala y mirarlos a todos con sorpresa.

EL DON, LA DOÑA, LA NENA, EL NENE, EL PERRO Y LA GATA: ¡¡¡Es un güimo!!!

EL DON, LA DOÑA, LA NENA, EL NENE, EL PERRO Y LA GATA le brincan encima al güimo, que está paralizado del terror. Una estrepitosa batalla campal estalla enmedio de la sala donde se oyen insultos, aullidos y escupitajos, y saltan por el aire rolos, bracers, espejuelos, unos shores, pelo de gato, el collar de un perro, las losetas del piso, los muebles de la sala y un güimo. Por la puerta abierta se asoma una mujer cartero con cartas en la mano, quien ve atónita el espectáculo.

MUJER CARTERO: (mirando hacia usted) ¡Virgen del peo, y yo con el dildo todavía en layaway!

La mosca, aburrida, vuela zumbando.

FIN

COPYRIGHT MAXIMILIANO E. BEMBA