miércoles, 7 de julio de 2010

JONAJ

Miren. ¡Miren! Si, ujtédej mijmo. Lej quiero enseñal una cosa. Miren, ej que ayel pol la talde me encontré con una cosa bien bonita que quiero compaltil con ujtedej. E juna bola de balonsejto vasía que si cualquiera de ujtedej quieren, pol vente peso, yo se la jincho y se la regalo. Si no tienen vente cojo quinse pero no menoj de dié polque tengo que alimental a la familia: a mi ejposa, mij siete nene y a mi mai que tiene cansel. También tengo un perro pero ese no cuenta polque ese se laj bujca por ahí. ¿Ujtedes tienen perro? Loj perroj son animalej de Diój. Cuando yo era chiquito yo tenía uno pero me lo pisó un carro y yo sufrí mucho y me hise criminal. ¿No quieren un traguito? ¿Seguro? Ej ron con anij. Chichaíto. Empesé robando casaj. Me metía a laj casa jarobal con otroj muchachoj. Robamoj muchaj casaj y noj comíamo la comida en la nevera. Y no jacíamoj la paja en loj panti de laj mujerej. Loj sacabamoj de loj gavetero y loj volvíamo ja ponel to sucio e leche. Lo jotroj muchachoj hablaban mucho y hasían mucho ruido. Se la pasaban gritando y peleando. A todoj loj cogieron. Loj metieron preso jató. Pero a mí no. Leí una vej que te cogían por laj malcaj de laj manoj. Así que yo no tocaba nada que no me fuera a robal. Dejpué jasaltaba gente. Con cuchilla. A vese loj tenía que coltal. Yo robé y tambien maté pero en defensa propia. Me agarraron y ejtuve preso pol dó saño por robal y me soltaron pero robé de nuevo y me metieron preso otra vej. Pero no me metieron preso pol matal. Me metieron preso pol robal y pol poltalme mal polque bebía. Pero nunca pol matal. Nunca. Yo siempre me callaba la boca para que no se enteraran de que yo había matao. Shhhhh. Y polque lo hasia pol defensa propia. Me soltaron y me puse a vivil en un hojpitalillo con unoj tecatoj. Yo loj sacaba cuando se morían. Me metí estofa una vej pero no me gujtó. Entonsej vino el huracán. Vino el huracán y aproveché y saquié uno jedifisio. También violé mujerej. Niñoj también. Loj niñoj también son animalej de Diój. Y como yo odio a Diój loj mato y loj violo. Ahí no me cogieron. No me cogieron. Pero me cogieron dejpuéj pegándole fuego a un edifisio de apaltamento. Entonse jel casero me sacó pa que no hablara y me mandó a un pueblo por el monte y me dió chavoj y me dijo que me iba a bajal cuando pasara toel revolú. Y en el monte... En el monte... En el monte me quedé solo. Hacía diligensia pa la gente. Pero no me querían. Aprendí a movelme y a ejcondelme. Me encontré con un nene que me gujtaba y yo me lo robé y lo puse a vivil conmigo. Era lindo pero nelvioso y yo tenía que amarraljlo y lo tenía que obligal a que misiera laj cosa. Entonsej se ejcapó y yo lo bujqué y lo encontré y lo maté. Así. Con un machete lo hise. Lo colté en cantoj. Y los cantoj se loj tiré a loj seldoj. Si. Entonsej la familia se me fué detráj pero yo fui lijto y me ejcondí y cuando todoj me bujcaban yo me ejcabullí y empesé a violal y a matal a su mujere. Maté a trej mujere. Violé como a sei. Laj maté con una cuelda. Y, mira, había una... Había una que no usaba panti, de dose año. Esa me gujtó violaljla. Se lo hice por el culo pa dejajla señorita. Ejtaba de lo máj bonita. A esa no la maté. A esa la peldoné. Y me robé un carro y me fuí de ahí. Me fuí pa lo jotele, polque en lo jotele hay gente con chavoj que bujcan gente pasel cosaj. Yo me encontré con un gringo en la playa y el me llevó a su cualto y bebimo ji noj bañamo junto y yo se lo mamé y me dejé que me lo metiera. Ese gringuito era buena gente. El jugaba tenij y era famoso. Todoj lo conosían y filmaba ajta autógrafo. De ve jen cuando se chichaba alguna mujel. Pero lo máj que le gujtaban eran loj nenej lindoj como yo. Antej yo era un nene lindo. Ya no. Ya yo ejtoy feo. Y él sabía en donde encontraljlme. Y de tó loj putitos lindoj él me ejcogía a mí. Polque yo era el máj lindo de todoj y me dejaba chingal como a él le gujtaba. Me presentó gente. Yo me putié con to jello y hacía laj cosa que ello me pedían. Una ve me dijeron que me chingara una perra. Si. Todavía me acueldo de la perrita esa. Oye,... ... ¡y que dura tienen la chocha laj perraj, ah! Esa la tuvieron que matal polque empesó a sangral. Yo salí en película y tó. Si. Ahí chiché con hombrej y con mujere. Mujere linda y jóvenej. En una hise de plomero. La jijtoria eran una polquería. En otra toda la película era de gente meando y cagando. Le meé en la boca a una rubia y ella y otra máj me cagaron encima. Mielda. Una película... ¡Máj buena! Esa ejtaba bien hecha, con luse y gente caminando por ahí y tó. Hise como diej de esa. Y un día tó se fueron. Se fueron. Yo quería ilme con ellos pero yo no se ingléj. Yo solo sabía chichal. Hise mucho chavoj. Hise chavo jime mudé a un apaltamento en el Condado. ¿Tú te acuelda...? ¿Tú te acuelda de los mueltoj de hase vente añoj? ¿El año en que mataron a mucha gente? ¿Gente y putaj? Como diej muelto... No... ...embujte... Como quinse... ¡Ay! No me acueldo bien. Maté a tanta puta y a tanta gente que ya ni me acueldo de cuantoj fueron. Me mudé al Condado y conosí a Damaso. Damaso era un agente de la SIA que vivía en el Condado que ejtaba subcontratando. Me lo presentaron en una fiejta. Yo era chofel parese tiempo. Chofel del confiansa, vijte. Yo era impoltante y no hablaba. Y en la fiejta me presentaron... me presentaron a... ...a Damaso. Y Damaso me llevó a su apaltamento y me enseñó muchaj cosaj. Me enseñó a seguil, a ejperal, a cogel gente, a sel nudo, a... Mucha, muchaj cosaj. Hisimoj muchoj trabajo juntoj. El y yo na má. Matábamoj chota. Matábamoj putaj. Matábamoj cabronej. Matábamo mucha clase de gente. Pa que no hablaran. Una vej matamo jun nene que regresaba de la ejcuela y vió algo que no tenía que vel. A ese lo arrollamoj. A otro, una turijta, le dimoj puñal dentro de su carro y le pegamoj fuego. La primera vej que maté con Damaso fue a un señol pol la noche corriendo bisicleta. Damaso me dijo, “Ese”, y ¡pum! le solté un tiro. Le dí aquí, en la frente. No noj vió nadie. Esa fué otra cosa que me enseñó Damaso: a que no te vieran. Tú podía ejtal en un cualto lleno de luse y él ejtal parao al lao tuyo y tú no te dabaj ni cuenta. Entonse sacaba un punsón y te lo clavaba aquí, en el cuello. El me enseñó to eso. Damaso me enseño a matal doñaj, me enseño a matal viejoj, me enseño a matal nenej. “A dejpachaljloj rápido”, como él me desía. Matamoj mucha gente. Damaso. A Damaso le gujtaba matal nenej. A mí no me gujtaba pero lo ayudaba. Yo loj agarraba y el le hasía lo que él quería haceljle. Yo mataba a los viejitoj. Eso me gujtaba. Loj dejpachaba rápido. Pero lo máj que nos gujtaban a loj doj eran laj putaj. Laj llevábamoj a lo jotele pa loj clientej, que eran gente con chavoj, y dejpuej laj bujcabamo. Lej desíamoj que la jíbamos a lleval a la casa y dajle buenoj chavoj pa que noj chicharan y ahí laj matábamo. A vecej no querían il, querían ilse pa su casa y teníamoj que golpeájla duro. Damaso tenía una casita en un monte almá con tó lo jierro. Llegabano y agarrábamo la puta y la amarrábamo jientonse la matábamo. Y casi siempre la violábamo. A Damaso le gujtaban flaquitaj. Si la puta era flaca Damaso le daba pabajo y dejpuej la mataba con silenciadol. ¡Fup! ¡Fup! Un dijparo en el pecho y otro en la cabesa. Dejpuej la llevábamo jal patio y le dábamoj manguera. A mí me gujtaban como sea. A laj que Damaso no lej daba pabajo yo me laj cogía. Lej daba por el culo polque ahí ejtaba máj apretao. Dejpuej le daba cuelda. A mí me gujtaba dal cuelda. Se la ponía en el cuello y apretaba ansí hajta que se cagaban encima. A vese se me salía la leche cuando lej veía la cara cuando se ejtaban muriendo. Una vej, pa vel como era, clavé a una por el culo mientra jle daba cuelda. Cuando saqué el bicho me ejchurreteó encima y Damaso se puso furioso polque tuvo que dalme manguera a mi también. Dejpuej laj vejtíamo y laj llevamo a un pajtisal y laj tirábamo jahí. Eso duró pol tre jaño hajta que llegaron laj elessione y le dijeron a Damaso que parara. Damaso viene un día y me dijo: “Jonaj, se acabó, víjtete que vamo ja limpial.” Y yo... ¡Ejpera...! ¡Miren, si yo no lej había dado mi nombre! ¡Ujtede no saben ni como me llamo! Yo me llamo Jonaj, como el de la ballena. El de la ballena de la Biblia. Ahora tengo trentaisei jañoj. Nasí en una casa y tengo tre jelmanoj y do jelmanaj. Mi pai no noj quería. Pero al menoj que quería era a mí. “Bruto”, me desía. “Animal”, me desía. “Canto e mielda”, me desía. Mi mai no hablaba. De ella aprendí a callalme la boca. ¡Sssshhh! Papi fue el primel hombre que me clavó. Doj de mij helmano fueron loj otroj. Me chicharon porque era bruto pero lindo. Mi otro helmano lo mató mi mai. Lo mató adentro, así que no lo conosí. Mij helmana jeran toaj puta. Yo y mi pai y mij helmano noj laj chichábano. Mi pai iba primero, mis doj helmanoj dejpuej... ...y yo. Una se volvió loca y se aholcó. La otra se ejcapo y se casó con un tiradol. A ese lo mataron. Tuvieron doj nenej. Mi pai todavía anda por ahí. Ej gualdia de seguridá. Mami ej cosinera enun ejcuela. Mij doj helmanoj. Uno ej maricón. Tiene SIDA, el muy cabrón. El otro trabaja en un hotel. Ese tampoco silve pa ná. Yo pasé pol la ejcuela. La dejé en noveno y no aprendí ná. Contal. Leel. Ejcribil un poquito. A mí me gujtan loj mapa. Y yo nunca me pieldo. Damaso se dió cuenta de eso, de que yo no me peldía. Nunca. Y también se guial y jamaj tengo un atsidente. Y por eso, cuando Damaso me dijo, “Jonaj, se acabó, víjtete que vamo ja limpial”, yo se adonde íbano y yo era el que guiaba. Teníamoj como sei sitioj. Y fuímo ja cada uno a dal manguera y a quemal y botal y a enterral cosaj. Ejtuvimo do semana limpiando. Y entonse salió en toa laj noticia. Como una semana ante de la jelessione. El ejcándalo. ¿De veldá no quieren un traguito? ¿No? Okey. Pero si quieren, me lo piden. Eso fue... Eso era... Gente gritando. Gente llorando. Botando cosa. Chillando goma. Ejcapando. Corrían rápido lo cabrone jeso. Y no noj querían pagal. “No me hablej de eso ahora.” “No tengo tiempo pa hablal.” “No tengo chavoj,” noj dijeron. Damaso. Damaso le coltó la narij a un tipo. “O me paga jote mato.” Así fue como era. “O me paga jote mato.” Arrejtaron a un montón de gente. Otroj se fueron corriendo. Gente impoltante. Pol poco paran laj elessione. En eso, nombran a una comisión. Una comisión de bichote. Y la comisión de bichote lo taparon tó. Lo taparon tó por año y pico pa que toa esa gente se ejcapara. Porque esa gente se lo robaron tó. Ocho años ej que fueron pilloj. Pilloj impoltantej. Que robaban y tiraban drogas y mandaban a matál. A mí me dieron un trabajo como gualdia de presidio pa callalme la boca. Polque no me conosían, polque yo no hablo. Mi mai me enseño a no hablal. ¡Sssshhh! Me callé bien callao. Yo era gualdia de... Mi trabajo era fasil. Mi trabajo era que yo tenía que velal a loj preso pa que se poltaram bien. Pa que siguieran laj reglaj. Pero nó todoj lo preso. Yo velaba como a dose preso y tenía que oíl lo que desían. Si desían algo yo llamaba pol teléfono y me desían: “Amenásalo”, “Pégale”, “Mátalo” polque sabían que yo podía matal. Maté a doj. Pol la ejpalda, con una cuchilla. A uno se la pasé pol la cojtilla y moví la cuchilla así pal lao, siguiendo la cojtilla, ¿ven?. Al otro le di como sien puñaláj. Llorando pa que no lo mataran. “No me matej.” “No me matej,” me desía mientraj yo le daba puñal. Ese se desangró. Y yo me senté a mirajlo pa vel cuando se moría. Loj otro dié se callaron. Y cuando loj soltaron se quedaron callaoj. Creo que uno se murió en un atsidente. Yo vivía ahí. Yo comía de gratij. Loj otro gualdia no me hablaban. Me tenían miedo. “Tú ere jun loco cabrón.” “Vete, que no te quiero hablal.” “Tú no erej como nosotroj.” Lojotroj presoj me tenían miedo también. Menojuno. Ese no me tenía miedo. “Tú lo que erej ej un alcahuete.” Eso me decía. “Tú lo que erej ej un alcahuete.” “Okey”, yo decía. “Soy un alcahuete.” A ese no lo maté. A ese lo peldoné polque tenía la rasón. A otroj loj tuve que matal en defensa propia. Me atacaron a traissión. Yo usaba lo que tuviera en mij mano. A vece no tenía ná y usaba loj deo o loj dientej. A uno le saqué un ojo. El deo, se lo metí assí y ¡fá!, pa fuera. A otro le di con un tubo. Le rompí el craneo. Entonse, pa vel como era, le rompí laj rodillaj. Primero una. Dejpuej la otra. A ese se lo llevaron al hojpital y no regresó. Yo tenía derecho de estal y de hasel lo que yo quisiera. Caminaba por los pasillos y me asomaba a las celdas a vel a los presos chichalse y yo me hacia la paja mirándolos. Mirándolos como se chupaban y se clavaban. No les molestaban que los vieran pero no podía jacel ruido porque se encabronaban. Tambien me iba a ver a los de máxima seguridá, los que enserraban soloj, porque eran unoj locoj. Decían y gritaban dijparate y se cagaban y se comían su mielda. Algunos se quitaban la vida. Yo me reía mucho de elloj. Me gustaba vivir en el presidio. Ejtuve ahí cuatro añoj. Hajta que lo serraron. Movieron loj preso ja otroj presidioj y yo me quedé en la calle. Me putié por un tiempo. Traté en lo jotele, pero no era lo mijmo. Yo ejtaba máj viejo. Asi que me fuí a la avenida. Yo chupo polla y güevo. Pero no soy maricón. No soy maricón. En la avenida chupé como sien mil pollaj. Sin repetil. A sinco pesoj la mamada. Una noche dí sincuenta mamadaj. Y me tragaba la leche pa no ensucial la ropa. En la avenida hay diej millonej de putaj y conosí a una y me casé con ella. Yo quería sel rejpetable y por eso me casé con esa puta. Noj mudamoj con mi mai, que tiene cansel. Tuve siete nene igual de cabronej que yó. Cuatro varones y trej nenaj. Una de laj nena, la del medio, ej bien bonita. Cuando le salgan peloj en la chocha me la voy a pasal. Todavía ejta muy chiquita pa chicháljlsela. Yo me la voy a chichal polque soy su pai. Y loj pai tenemoj derecho. Voy a bebel mucho ron ese día. Yo bebo. Bebo ron. No me gujta la selvesa polque me llena. Y tengo quejtal meando. Cuando bebía hasía laj cosaj máj fácile. Antej me dabun trago y podía matal y chichal con máj ganaj. Polque se me sale el odio. El ron me saca el odio. Ahora, pa que se me salga el odio tengo que bebelme una botella completa. Y empieso a dal vuelta y a movel loj braso jasí como un avión borracho. Por eso dejé de violal y de matal y de robal. Polque uno no puede robal y matal y violal to jendío. Te pueden cogel, tu sabe. Ahora recojo basura y la vendo. Y con loj chavo compro ron y en la casa me lo bebo completo. Y me tiro en la cama jaselme puñetaj. Y a recoldal cosa pa que no se me olviden. Olvidal ej malo. Una vez un preso me dijo, “Si tú te olvidaj de lo que hisijte te olvidaj de quien tú erej.” Y tenía la rasón. Tú hasej cosa y, te puedej desil mil embujtej... ...todaj laj vecej que tú quieraj. Te puedej miral en el ejpejo... ...y no vel lo que tú sabej que ejtá ahí... Pero no. Polque... Lo que tú hase... Tó... ...todo... ...lo que haz hecho... ...te... ...te... ...te define... ...a tí. Por eso yo lej cuento tó ejto. Pa que no se olviden. Polque yo no soy bueno. Yo soy malo. Malo. Malo. Yo se tó lo malo que yo soy. Y ujtede, que yo se que son toj unoj lijtoj, me dirán, “Jonaj, tú erej la ballena. Tú... ...tú... ...te tragajte a tí mijmo”. No. No. Mielda e. Ujtede... Ujtede... ...son loj que me tragaron a mí.

FIN

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